Perder a un familiar de forma natural deja vacíos indescriptibles, pero que su suerte sea controlada por alguien más es inaceptable y más doloroso aún. Rubén Darío Rodríguez Alvis, de 21 años, pudo haber tenido una gran vida, pero un hombre se encargó de arrebatarle los sueños por unos cuantos pesos, a las 9 de la noche del domingo.
Rubén subió a un microbús, en sentido Bomba El Amparo-Centro, y nunca llegó a su destino. Un hombre armado también abordó el vehículo de servicio público y se encargó de atemorizar a todos los pasajeros, exigiéndoles entregar sus pertenencias.
El conductor del microbús siguió manejando y justo frente a la bomba de Texaco, en el Pie de La Popa, Rubén se opuso al atraco. Testigos aseguraron que forcejeó con el asaltante, quien accionó un arma de fuego en su contra y le disparó en el pecho.
El proyectil afectó el corazón del joven y cayó al piso del vehículo. Mientras que los demás pasajeros estaban horrorizados y paralizados con la situación, el delincuente bajó del bus y escapó.
El conductor aceleró y se detuvo en la Clínica Cartagena del Mar, en donde Rubén fue intervenido quirúrgicamente, pero minutos después falleció.
Rodríguez Alvis estudiaba economía en la Universidad de Cartagena y vivía en Canapote con sus padres. Las autoridades investigan el caso, para dar con el paradero del responsable.
Por su parte, los familiares de Rubén se negaron a dar detalles de lo sucedido y hacían las diligencias para reclamar su cuerpo en Medicina Legal, en Zaragocilla, en la mañana de este lunes.
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