Sindicado de los delitos de secuestro extorsivo agravado, en concurso con homicidio en calidad de cómplice fue enviado a la cárcel Las Mercedes de Montería Alvaro Antonio Martínez Ramos, el administrador de la finca del ganadero cordobés Joaquín Ghisays Mateus, secuestrado y asesinado.
La decisión fue tomada por un juez de control de garantías tras la captura del trabajador quien al parecer planeó, durante un mes, el secuestro de su patrón junto con dos cuñados que actualmente están huyendo de la justicia.
En la audiencia de legalización de la captura se conocieron nuevos detalles sobre el secuestro del ingeniero agrónomo Joaquín Ghisays, quien fue sacado por la fuerza de la finca Villa Rocío, de su propiedad, en Carrizal, San Carlos, Córdoba.
Como se recordará cuatro hombres armados, con los rostros cubiertos con pasamontañas, se llevaron al ganadero por la fuerza el martes seis de agosto y el miércoles, en horas de la noche, encontraron su cadáver en un arroyo, a 400 metros de su propiedad. El primer informe de Medicina Legal estableció que no tiene un solo impacto de arma de fuego en su cuerpo, ni heridas con arma blanca de tal forma que aún no se tiene certeza la forma como murió el propietario de la finca Villa Rocío.
POR UNA LLAMADA
La posible complicidad del trabajador de la finca se descubrió tras un proceso de investigación liderado por el Gaula de la Policía.
Los presuntos secuestradores llamaron a la compañera sentimental del ganadero, quien reside en Barranquilla, para hacerle una exigencia de 100 millones de pesos, luego de 60, 40 y finalmente 20 millones de pesos. Para tal fin, los plagiarios comisionaron al administrador de la finca para que llevara el dinero a un lugar determinado.
Todo se hizo de acuerdo a lo planeado y cuando el Gaula le entregó el teléfono celular al administrador de la finca para que se comunicara con los captores y fijaran un sitio para la entrega del dinero, este de inmediato irrumpió en llanto y confesó que su patrón estaba muerto.
La Policía ubicó el sitio, señalado por el trabajador de 35 años de edad, y este fue capturado en calidad de cómplice.
El hombre no aceptó los cargos pero de comprobarse su vinculación en el secuestro y muerte de su patrón, podría enfrentar penas entre 40 y 50 años de cárcel.
La Policía inició un operativo con el fin de dar con el paradero de los cuñados del trabajador de la finca, quienes están huyendo de la justicia.
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