Los días han pasado, pero el dolor y el vacío que dejó la partida de Napoleón Perea Fernández entre los suyos no termina. El comentarista deportivo, hijo del célebre periodista extinto Napoleón Perea Castro, cuyo nombre lleva un centro recreacional de la ciudad, fue asesinado en medio de un hecho vil.
Un atracador le dio un balazo mortal para hurtarle su celular cuando estaba en una tienda en el Pie de La Popa. Días después, Johnnatan Rafael Castro Castro, señalado de dispararle, fue capturado por miembros de la Sijín de la Policía Metropolitana y un juez lo aseguró en la Cárcel de Ternera, tras ser presentado en audiencia.
El miércoles pasado, más de dos meses después del crimen, la Fiscal 33, quien está a cargo de la investigación, presentó el escrito de acusación contra el joven procesado. Con ello se evita que el procesado pueda quedar en libertad por vencimiento de términos. El caso se asignará a un juez con funciones de Conocimiento.
Ahora solo queda que se establezca la fecha de la próxima audiencia (que podría ser la próxima semana), para que en esta se acuse formalmente a Johnnatan Castro de los delitos por los que lo procesan: homicidio agravado, porte ilegal de armas de fuego y hurto calificado agravado.
“En la familia están consternados con el hecho porque nadie se imagina que un familiar va a salir de su casa y de repente te llaman y dicen que lo mataron. El proceso judicial va por muy buen camino. Este es un proceso que, como sucede pocas veces, se resolverá del todo dentro de muy poco. Ya sabemos lo que pasó y soy optimista de que próximamente se va a resolver el caso con todos los implicados. La familia espera que se haga justicia. La lucha de nosotros es contra la impunidad. Más temprano que tarde, todo se resolverá”, explicó el penalista Anthony Sampayo Molina, abogado que representa a la familia de la víctima.
El crimen
El asesinato de Perea Fernández ocurrió el 18 de septiembre pasado. A las 5:30 de la tarde de ese día, Napito, como le decían por cariño al contador de 54 años, estaba en la tienda El Albercón de la 29, en una esquina del Pie de la Popa.
De pronto, dos sujetos en una moto llegaron al lugar. El parrillero, quien no tenía casco, caminó hasta la terraza de la tienda y con arma de fuego en mano le quitó un Iphone 6 a un hombre que estaba sentado en una de las mesas. Napito tenía su celular en las manos, avaluado en $500 mil, y no se dio cuenta de lo que pasaba. Luego, el atracador llegó a donde estaba y le puso el cañón de su arma de fuego en la nuca. Napito reaccionó volteándose rápidamente y el atracador le dio un balazo en el cuello.
El delincuente recogió el celular que se le cayó a la víctima y luego se fue caminando hasta donde lo esperaba su cómplice en la moto, con quien huyó.
Al herido lo llevaron a la Clínica Cartagena del Mar, donde murió. Dos días después, Napito era enterrado en medio de pancartas que exigían justicia.
Gracias a testigos del crimen, que memorizaron la placa de la moto en la que iban los atracadores (ZMR-16D), y a videos de cámaras de seguridad, miembros de la Sijín de la Policía Metropolitana de Cartagena atraparon en La Esperanza al dueño de la moto: Johnnatan Castro. A este lo sindican de participar en el hecho y de dispararle a Perea Fernández, aunque sus parientes dicen que lo habrían llevado engañado hasta el lugar y que solo habría manejado la moto. Las autoridades siguen tras la pista del otro hombre que participó en el asesinato, mientras el proceso contra Castro avanza.
Comentarios ()