Alberto Espitia conoció hace 25 años a la mujer que le robó el corazón: Luz Marina Ventura Murillo. Se conocieron porque ambos tenían negocios de comidas frente al Hospital Universitario del Caribe (HUC). En ese momento, Luz ya tenía una hija de una relación anterior, pero eso no fue impedimento para que Alberto decidiera proponerle una relación seria y se fue a vivir con ella en el barrio 9 de Abril.
Como fruto de ese amor, nacieron dos niños. El menor de ellos creció y hoy es un joven de 16 años, que pese a su temprana edad tiene un hijo de solo unos meses y otro que está próximo a nacer, de una relación distinta. Este se graduó el viernes pasado como bachiller y sus padres, orgullosos, asistieron a la ceremonia en un hotel en Bocagrande. Pese a todas las responsabilidades y a los constantes consejos de sus padres, el joven no hacía caso. Sigue asistiendo a fiestas de picós con sus amigos de barriada, que terminan en riñas, como explicó su padre. “Yo le decía que se dejara de eso. Que nos dejara de traer problemas y que un día de estos iban a matar a su mamá por su culpa”, relató entre lágrimas Alberto. Por desgracia, las palabras de Alberto terminaron presagiando el triste final de su compañera. Mientras Luz evitaba que mataran a su hijo menor, fue baleada y luego murió.
El hecho ocurrió ayer, a la 1 de la madrugada, en la casa de Luz, que está en la calle 20 del barrio 9 de Abril. Un sujeto apodado ‘el Chalán’, de la pandilla ‘los Bocatos’, le dio un balazo en el tórax cuando Luz intentaba cerrar la puerta de su casa para que este no entrara, pues el pandillero quería matar a su hijo. A Luz la llevaron al Hospital Universitario tras resultar herida, pero allí murió tres horas después, a las 4:00 a. m. de ayer, mientras la operaban.
EL MOTIVO
Alberto, marido de Luz, indicó que todo empezó porque su hijo menor fue a una fiesta de picó cerca de su casa. “Allá le robaron las chancletas y luego se las devolvieron, pero partidas. Por eso empezó una discusión entre los amigos de él y los pandilleros que se habían llevado las chancletas”, explicó Alberto.
Dicen que luego, un sujeto llegó e hizo varios disparos. Uno de los pandilleros le quitó el arma, y luego huyó con sus compinches. “Al rato el pandillero regresó para dispararle a mi hijo, que ya estaba dentro de mi casa. Yo le dije a mi hijo que se volara por el patio, mientras cerraba la puerta para que no entrarán a la vivienda. Mientras cerraba la puerta con mi mujer, el pandillero metió el revólver 38 por un lado de la puerta y le dio el balazo a mi mujer (Luz), y luego huyó”, contó Alberto.
El hombre contó que unas cinco horas después, decepcionado tras conocer la muerte de su mamá, el hijo menor de Luz empezó a pelear con cuchillos con un primo al que acusaba de enamorar a su mujer, y un sujeto en una moto que pasaba por el lugar le dio un balazo en una nalga. El joven está fuera de peligro. Esa gresca dejó otro herido, que también está internado en el HUC.
Comentarios ()