La Fiscalía General de la Nación esclareció el crimen de Arnold Andrés Sánchez Rendón, un joven de 20 años y con un futuro prometedor en la Infantería de Marina, a quien presuntamente asesinaron el 10 de abril de 2015. ¿Las causas? Inicialmente se planteó que se habría suicidado.
Según la versión del comando de la Primera Brigada de Infantería de Marina en la base de San Onofre, Sucre, el día de su muerte el joven discutió con dos compañeros, supuestamente por unos cocos, una teoría poco creíble para Luz Estella Rendón, la mamá de Arnold, pero no tan descabellada, pues tras el deceso del infante se conoció que fue víctima de maltratos dentro de la institución, los cuales podían hacer que alguien llegara al desespero de suicidarse.
No haló el gatillo
Tres años después de su muerte, el pasado 24 de mayo, la Fiscalía General de la Nación informó que Sánchez habría sido asesinado por tres de sus compañeros. La conclusión salió al conocerse la manipulación de la escena del crimen, la necropsia y los testimonios de los implicados, que para la mala suerte de ellos, no concordaron.
Según el reporte que entregó la Primera Brigada de Infantería de Marina, Arnold, en medio de la discusión con sus compañeros, les disparó. Al ver que uno de ellos estaba herido y no se movía, decidió poner su fusil de dotación en la barbilla y dispararse. El proyectil supuestamente salió por la parte posterior de la cabeza; sin embargo Arnold tiene un orificio en la frente.
¿Entonces, cuál es el recorrido de la bala? La necropsia en Medicina Legal de Sincelejo arrojó que la herida de la barbilla no era profunda y que la bala entró por la frente. Con este dictamen, la Fiscalía 28 de Vida de Sincelejo comenzó meses después de la muerte una investigación que le dio un giro de 180 grados al caso.
Las demás pruebas
La herida de Arnold en la barbilla fue producida con el retroceso del arma. Según el ente acusador, quedó claro que los compañeros de Sánchez lo golpearon en el rostro y brazos hasta mandarlo al piso. Una vez indefenso, le dispararon en la frente.
Pero no solo en esto se basó la Fiscalía para decir que a Arnold lo asesinaron fríamente, también en los residuos de pólvora que fueron hallados en las manos de dos infantes. Esos infantes son Julian Camilo Jiménez Álvarez y Alexi Pabón Mejía, quienes quedaron al descubierto como partícipes del homicidio, ya que sus versiones eran diferentes.
Juan Camilo Jiménez dice, según la Fiscalía, que ese día Sánchez lo convidó a alcanzar unos cocos, luego regresaron al cambuche, los guardaron y se fueron a almorzar.
“Salimos después y él fue a buscar los cocos y no los encontró. Nos dio rabia, pero Sánchez no la controló y empezó a sospechar de un compañero de apellido Berrío. Se presentó una discusión porque Berrío se echó a reír. Entonces Sánchez se ofendió porque pensó que se estaba riendo de los cocos. Procedió a cargar el fusil y lo accionó hacia el compañero Berrío, quien se tiró al piso. El cabo López le gritó a Sánchez que no hiciera eso. Enseguida se volteó y se pegó un tiro por el lado izquierdo”, confesó Jiménez.
Por otro lado, Alexis Pabón Mejía relató que él estaba descansando en una silla cuando Sánchez llegó a preguntar por los cocos.
“Como no los encontró, llamó a mi cabo Deimer López y le comentó que se habían perdido. El cabo le dijo que más tarde los buscaban. Sánchez cogió su celular y salió. Mi compañero Olier Parra Berrío estaba fritando pescado. Cuando terminó, yo salí detrás de Olier para que me diera pescado y de repente llegó Sánchez pensando que nos estábamos riendo de él. Entonces Sánchez manifestó a Berrío que de qué se reía. Este le dijo: ‘¿no puedo reírme?’. Me metí al cambuche y escuché que Sánchez montó el fusil y comenzó a disparar. Yo lo que hice fue protegerme en un árbol y alcancé a ver que Berrío se metió detrás de un árbol. Sánchez pensó que lo había matado. Vi que Sánchez dio la vuelta y se pegó un tiro”, comentó Pabón en su confesión.
Ambos relatos fueron catalogados por la Fiscalía 28 de Vida de Sincelejo como falsos. Con esto, el ente acusador terminó de confirmar que se trató de un homicidio, razón por la cual ordenó la captura de los dos infantes como coautores del crimen de Arnold Andrés Sánchez Rendón.
Los militares están presos en cárceles de Medellín y Bucaramanga. Los arrestos fueron el 12 de abril y 5 de mayo de este año. La Fiscalía indicó que estos dos infantes participaron en el homicidio de su compañero, pero ninguno de ellos es quien le dispara a la víctima. Se conoció que la orden de arresto ya existe en contra de quien haló el gatillo y que su cumplimiento se daría en los próximos días. Con la aprehensión que falta acaba el misterio de la muerte de Arnold, tanto para su familia como para él.
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