En las calles polvorientas de El Pozón, Tatiana Montaño Álvarez encontró el amor, y también la desdicha. Allí, conoció a Ramón Ariza Reyes, un joven que vivía cerca de su casa, quien además era el mejor amigo de su hermano Marlon Estiven Montaño Álvarez.
El flechazo fue inminente. La relación empezó a prosperar y a principios de este año Tatiana quedó embarazada. Ramón, de 19 años y quien era conductor de busetas, estaba muy feliz. Le emocionaba la idea de ser papá.
“Trabajaba duro y ya había comprado todas las cosas para su hija, que nacerá en enero del año que viene. Hasta había empezado a construir un apartamento en la casa de Tatiana -en el sector Central de El Pozón, en donde pensaba vivir con ella y su hija. Estaba feliz, y su cuñado Marlon era su mejor amigo. Eran como uña y mugre”, relató Carlos Montaño, padre de Tatiana.
Por desgracia, no todo será alegría para Tatiana en Año Nuevo, en el que se convertirá en madre primeriza a sus 20 años. En el 2014, en menos de cinco meses, perdió a su hermano y a su marido. En junio, cuando empezaba su embarazo, su hermano Marlon fue asesinado en medio de una riña, a solo unas cuadras de su casa. Lo agredieron con un cuchillo.
La muerte le dolió mucho, pero con el pasar de los meses se fue reponiendo. Cuando parecía haberse recuperado del lamentable hecho, el destino volvió a ensañarse con ella. El domingo, a las 10:30 de la noche, Ramón Ariza (su marido) murió en un accidente de tránsito. Paradójicamente, el suceso ocurrió en la vía principal de El Pozón, muy cerca de donde mataron a su hermano.
El accidente
Ramón vivía en el sector Central de El Pozón, a una calle de Tatiana, y pese a su corta edad ya manejaba busetas de la ruta Crespo-Pozón. Sus parientes dicen que el domingo, cerca de las 8 de la noche, salió en su moto de su casa, llevando de parrillero a un hermano, que es menor de edad. Cuentan que iba a comprarle unas medicinas a su mamá. Cuando regresaba a casa, frente al hospital del barrio, le sobrevino la mala hora. Chocó contra un costado de un taxi, de placas TER-579, que, presuntamente, hacía una U indebida en la vía para recoger a un pasajero.
“No iba borracho”
“Dicen que Ramón iba borracho, pero eso es mentira porque él no tomaba, fue el taxi el que cometió la imprudencia”, indicó Carlos Montaño. Cuando Ramón chocó contra una de las puertas traseras del taxi, sufrió muchos golpes, pero lo peor fue que se cortó el cuello con el vidrio, casi se degüella.
Allegados lo llevaron al hospital de El Pozón y de allí fue remitido en ambulancia a la Clínica Madre Bernarda, donde murió una hora después.
La herida en el cuello trazó su tragedia. Su hermano, que iba de parrillero en la moto, solo sufrió raspaduras. “Su mujer está inconsolable, sumida en una depresión. Le decimos que se tiene que tranquilizar para que su bebé esté bien, todos la estamos apoyando”, dijo un familiar de la compañera de Ramón. El 2014 será un año que la joven recordará con mucho dolor.
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