Cuatro personas muertas y una herida, fue lo que dejó la madrugada de este domingo en el barrio El Bosque de la ciudad de Barranquilla, donde en el sector conocido como ‘Loma del Peligro’, entre las calles 57 y 60 con carreras 9 hasta la 9D, se presentaron muchos desmanes, hechos de sangre y mucho dolor.
Eran casi las dos de la madrugada cuando un comerciante identificado como Álvaro Enrique Roque Palmera, de 50 años, inició una discusión con Jesús Gregorio Aullora Castañeda, de 32 años. No se sabe qué generó la riña, pues Guadalupe Lozano, esposa del primero, dijo que a él lo iban a atracar, mientras que vecinos del sector aseguraron que Aullora no era delincuente y que la pelea se dio porque hubo un problema de movilidad entre dos vehículos. Este sujeto tenía problemas mentales.
LA TURBA
Luego de disparar contra Aullora, Roque se fue a esconder a su casa, ubicada en la calle 57 con carrera 9. Detrás de él iban varios moradores del sector que querían hacer justicia por mano propia. Los vecinos se quedaron en la puerta de la residencia mientras que el comerciante no quería salir de su refugio.
Minutos después, a eso de las 3:30 de la madrugada, llegó la noticia de que Aullora, quien era atendido en un hospital, falleció a causa de un balazo en el tórax y otro en el brazo derecho. Eso despertó la furia de familiares, amigos y vecinos de él, quienes no dudaron en lanzarle piedras a la casa y al carro del comerciante, de acuerdo a lo expresado por investigadores.
Un hombre enardecido le prendió fuego al vehículo del agresor y este, al ver que estaba acorralado, comenzó a disparar desde la ventana de la residencia.
“Eso fue horrible. Yo le dije que se entregara pero él no quiso. Todos esos tipos lo querían matar. Mire como dejaron la casa, quemaron el carro. La Policía no podía con ellos”, expresó Guadalupe Lozano, esposa del comerciante.
Roque alcanzó a herir a tres personas más: Jesús Manjarrez Rivas, un albañil de 34 años que recibió un balazo en la cabeza y otro en la clavícula; Luis Alfredo Ortiz Carrillo, de 20 años, quien fue baleado en el abdomen, en la pierna derecha y el tórax; y Heiner José Miranda Pérez, un pintor de 26 años que recibió un proyectil en una pierna. Este último es el único vivo, pues los otros dos fallecieron en diferentes centros asistenciales de la capital del Atlántico.
Ya iban tres muertos y Roque nada que se entregaba. Cuando se le acabó la munición de su pistola decidió huir volándose las paredes de los patios vecinos. En uno de esos patios pudo refugiarse por varios minutos.
La turba se calmó porque la Policía intervino para apaciguar los ánimos. Todos pensaron que se había volado, pero varios prefirieron ‘sacarse la espinita’ y quedarse cerca del lugar por si acaso aparecía.
De hecho, a las 5:30 de la mañana, aproximadamente, Roque salió de su escondite. Apareció en la calle 60 con carrera 9D, desprotegido, pues ya no tenía arma. Varias personas que lo vieron salir comenzaron a llamar a los vecinos y entre varios arremetieron contra él a piedra y puñal.
Las patrullas que estaban cerca llegaron, pero no pudieron hacer nada para que la multitud dejara de agredir al comerciante que había matado a tres. Cuando los uniformados pudieron arrebatárselo a la turba, lo llevaron hasta el Hospital de El Bosque, donde los médicos reportaron su fallecimiento.
SE MUDAN
Guadalupe Lozano, esposa del comerciante Álvaro Roque, afirmó que ellos llevaban 15 años viviendo en el barrio y que él no quería mudarse a pesar de que ella se lo pedía. “En este maldito barrio hay muchos rateros. Yo le decía que nos fuéramos pero él no quería. Ahora sí nos vamos y a él lo vamos a llevar a su tierra, a Valledupar, donde tiene su familia para enterrarlo allá”, afirmó la mujer. Este domingo, la familia salió del barrio El Bosque escoltada por la Policía para que no les hicieran daño.
CONOCIDO
Para las autoridades, Álvaro Roque era conocido y no precisamente por su actividad comercial. En 1996 y 1997 hubo dos órdenes de captura en su contra por el delito de homicidio, pagó una condena por lesiones personales y también fue procesado judicialmente por el delito de porte ilegal de armas de fuego.
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