Todo demostró que estaba fríamente calculado por dos delincuentes quienes arriesgaron sus vidas con tal de acabar con la de Mario Rafael Faneite Cárdenas, de 37 años.
El plan que llevaron a cabo para hacer partir de este mundo, a este hombre que se ganaba la vida cuidando busetas en La Casa de La Cultura, en El Pozón, tomó a sus vecinos por sorpresa y dejó a más de uno boquiabierto.
El hecho ocurrió ayer a las 9:45 de la mañana en la calle 19 de Febrero del sector Gocen, en el mismo barrio.
Dormía en el sofá
Mario tenía como costumbre salir a las 6 de la tarde de su casa hacia su lugar de trabajo, y el lunes no fue la excepción. A las 6 de la mañana de ayer martes regresó a casa para descansar y volver, en horas de la tarde, a cumplir con la labor que le esperaba en su nueva jornada laboral. Sin embargo, esto no pudo ser posible por culpa de los sujetos que acabaron con su vida mientras dormía tranquilamente en el sofá de la sala de su casa.
Faneite Cárdenas fue herido de un certero disparo a un costado de la cabeza. Desde ese momento el sueño de este hombre se volvió eterno y quién lastimosamente lo vio mientras se desangraba fue un cuñado que se encontraba en la vivienda dándose un baño.
Pero, ¿cómo tuvo el parrillero valor para entrar a la casa? Era la pregunta que se hacían todos los vecinos del sector sin encontrar respuesta alguna.
Versiones conocidas sobre lo ocurrido apuntan a que el delincuente y un secuaz llegaron al sector y esperaron que la calle quedara sin nadie transitando por ella. En ese momento, llevaron a cabo su objetivo.
“Se dieron cuenta de que la puerta estaba abierta y que la reja de la terraza no tenía candado así que entró y aprovechó que Mario estaba acostado”, dijo un testigo.
Salió corriendo
Al escuchar la detonación, el cuñado de la víctima salió corriendo del baño y al llegar a la sala vio a su ser querido desangrándose.
Mientras el hombre trataba de vestirse para ayudar a Faneite, el matón caminaba hacia la moto que lo esperaba frente a la casa.
Cuando el allegado por fin terminó de cambiarse, cargó como pudo al cuidador de busetas y en la esquina de la calle cogió una moto en la cual lo trasladó rápidamente hasta el CAP del barrio. Para su desdicha, su afán por salvarle la vida al cuñado fue en vano porque una vez ingresado, los médicos de turno le confirmaron que Mario no tenía signos vitales.
Las autoridades llegaron al lugar de los hechos e iniciaron con las investigaciones para tratar de esclarecer si el crimen podría tener su origen en un ajuste de cuentas, ya que la víctima no presentaba ningún antecedente judicial.
¿En cámara de seguridad?
Miembros de criminalística de la Policía Nacional llegaron al lugar de los hechos e iniciaron una labor de vecindario para tratar de verificar si los sujetos habían podido ser identificados y además verificar si en el sector existen cámaras de seguridad en las cuales los delincuentes pudieran haber quedado registrados.
Las autoridades también iniciaron un plan candado para tratar de dar con los responsables, pero este resultó infructuoso.
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