“¡Queremos justicia!”. Esa era la frase que le daba fin a las palabras que escribieron en una pancarta algunos familiares de las 21 víctimas mortales que dejó el desplome del edificio Portales de Blas de Lezo II, en ese mismo barrio, el pasado 27 de abril.
Lo que hace un mes era un edificio en construcción, hoy es un terreno cercado con láminas de zinc que transmite tristeza, luto y resentimientos.
“Hace un mes que partieron y han dejado un vacío grande en el corazón. Nuestras vidas jamás volverán a ser igual”... expresaron en el cartel los dolientes de aquellos obreros que dejaron su último aliento bajo la montaña de escombros que, poco a poco, fueron agotando su respiración.
Ellos sienten que el Distrito ya se olvidó de las víctimas y siguen pidiendo que los responsables paguen por el dolor que llevarán en sus corazones para siempre.
Wilfran Enrique Quiroz Ruiz, dueño de la constructora que tenía a cargo la edificación de Portales de Blas de Lezo II, se presentó ante la Fiscalía en Crespo, el jueves 25 de mayo, que lo había citado para ser interrogado, pero la diligencia no pudo llevarse a cabo. (Lea aquí: Wilfran Quiroz se presenta ante la Fiscalía por caso Blas de Lezo)
Al parecer, Quiroz se negó a acceder al registro de huellas dactilares, alegando que solo entregaría su documento de identidad, lo que ha causado mayor indignación entre los cartageneros y, sobre todo, en los afectados por la desgracia que habría sido provocada por irregularidades legales. (Lea aquí: A Quiroz no lo interrogaron por no dejarse tomar huellas)
Wilfran, quien llegó a la Fiscalía en compañía de su esposa Maricela Cabarcas Merchán, salió del lugar sin ninguna restrucción, puesto que en su contra no figura ninguna orden de captura. Este medio conoció que la Fiscalía solicitó la orden judicial, pero un juez de Garantías negó la petición.
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