La llegada del Año Nuevo será amarga para las familias de Luis Miguel Batista Marrugo y Lilibeth De Arco Calderón. Ambos encontraron la muerte en accidentes de tránsito, que ocurrieron en Turbaco y en la vía Circunvalar, frente a la entrada de la urbanización Refugio de La Carolina.
El caso más reciente e impactante ocurrió ayer y la víctima es Lilibeth De Arco, una joven de 20 años que hace solo veinte días había llegado a Cartagena.
Arribó a la Heroica procedente de Magangué, donde vivía. Allá estudiaba en la institución educativa Elyon Yireh. Desde que llegó a Cartagena se quedó en casa de un hermano, con el que ayer se fue a visitar a otra hermana que vive en San José de los Campanos. Dicen que llegaron en la mañana y que después del mediodía salieron del lugar.
¿Falta de precaución?
Todo iba bien hasta que los dos hermanos quisieron entrar a la vía Circunvalar, frente a la entrada a la urbanización Refugio de La Carolina. El hermano de Lilibeth, quien manejaba la moto, pasó por la calzada que se construye y luego entró a la otra, por donde transitaba una tractomula, en sentido El Pozón-Villa Grande de Indias. Al parecer, el conductor de la moto entró a la vía sin precaución, y fue arrollado por la tractomula, cuyo chofer intentó esquivarlo, pero no pudo. El pesado vehículo golpeó la moto por un costado, pese a que el chofer de este intentó sacarle el zigzag. Lilibeth fue arrastrada por las llantas de la tractomula, muriendo en el acto. Su hermano cayó de la moto, pero contó con suerte. Solo sufrió raspaduras y golpes. El hecho generó congestión vehicular en el sector, mientras miembros de la Policía de Carreteras realizaban la inspección técnica del cadáver de la joven. En el lugar se vivieron escenas de drama cuando llegaron otros parientes de Lilibeth De Arco.
Haciendo piruetas
De otra parte, está la muerte de Luis Miguel Batista, un mototaxista de 64 años. Vivía en la calle Buenos Aires del barrio Paraíso, en Turbaco. “Era maestro de obras, pero se rebuscaba en las noches ‘mototaxiando’”, indicó un pariente de Luis, quien tuvo 12 hijos, de los cuales murieron 3.
Sus familiares relataron que el sábado trabajó en su moto todo el día y a las 6 de la tarde regresó a casa. Se fue y regresó a las 9 de la noche. Tomó agua y volvió salir. Dijo que iba a hacerle una carrera a una cliente que siempre lo llamaba por celular, pues casi todos sus clientes eran fijos.
Luis recogió a la mujer y cogió la vía principal del barrio La Conquista. Al pasar frente al colegio Buena Esperanza, a las 9:30 p.m., le llegó la tragedia. Chocó de frente con una moto, de placa CAR-45D, que venía en sentido contrario y que, presuntamente, invadió el carril por el que iba Luis. Dicen que la otra moto la manejaba un menor, de 14 años.
“El pelao iba alzando la moto, haciendo malabares y parece que se comió una semicurva y causó el accidente. Esa es la moda ahora. En esta vía pasan niños conduciendo motos, compitiendo y manejándolas en una sola llanta”, relató un testigo del hecho. Batista Marrugo sufrió una fractura en el cráneo tras caer de su moto y golpearse contra el piso, mientras que su pasajera se fracturó una pierna. El menor que conducía la otra moto solo sufrió golpes leves. Al mototaxista lo llevaron al hospital de Turbaco y de allí fue remitido a Cartagena, a la Clínica Blas de Lezo. Allí murió a las 11:30 de la noche, dos horas después del accidente.
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