A Gregorio Alberto Jiménez Guerrero lo apodaban ‘el Yuca’ porque cuando era un niño le fascinaba comer ese tubérculo.
Eso explica su papá Alberto Enrique Jiménez con una sonrisa que se le borra del rostro apenas empieza a hablar de su asesinato. El angustiado padre reclama el cadáver de ‘el Yuca’ en la morgue de Medicina Legal, en Zaragocilla.
En su casa
El crimen ocurrió el viernes a eso de las 7 de la noche cerca a la iglesia del barrio Paraguay, en la casa número, donde residía Gregorio con su familia.
“Gregorio y yo estábamos construyéndole el segundo piso a la casa. Ese día levantamos unas columnas. Yo entré a la cocina y Gregorio salió a hablar con un amigo cuando llegaron los sicarios y le dispararon”, cuenta Alberto.
A ‘el Yuca’, comerciante de 34 años, le dispararon tres veces. La primera bala lo impactó en abdomen, la siguiente en el pecho y la última le rozó el brazo izquierdo.
Familiares lo trasladaron rápido al CAP de Los Cerros, pero el trabajo de los matones fue eficaz.
¿Y los motivos?
Esa es la pregunta que Alberto Enrique y toda su familia se hace, pues Gregorio jamás manifestó ser víctima de amenazas y tampoco de extorsiones.
“Gregorio era muy buena gente. La verdad todo el mundo lo quería y en el barrio están muy conmocionados por su muerte. La Policía está investigando, pero aún no nos dicen nada de por qué lo mataron y le gente comenta que hay unas capturas, pero no nos confirman nada”, señala tristemente el padre.
Quienes más sufren con este homicidio son los tres hijos de Gregorio. El menor de ellos apenas va a cumplir los 2 años.
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