Las balas causaron terror y dejaron una estela de dolor en los barrios Canapote y 7 de Agosto. En esos barrios mataron a Hermes Alfonso Berrío Fabris y a Jorge Andrés Espinosa Pérez.
Por un lado, está la historia de Hermes. Se dice que todo empezó porque en días pasados el joven, supuestamente, entró a robar en la casa de un vecino en el 7 de Agosto, a quien llaman ‘el Apo’. Este terminó llevándolo ante la Policía y Berrío habría dicho que tomaría venganza por ello.
Dicen que ayer, a la 1:30 de la tarde, Hermes llegó con un cuchillo a la peluquería de ‘el Apo’ y lo habría amenazado. La versión deja ver que el peluquero corrió a su casa y salió con un arma de fuego y, presuntamente, le dio un balazo en el pecho a Hermes, quien hace unos días salió de la cárcel y tenía detención domiciliaria por hurto. El presunto agresor huyó y al baleado lo llevaron sus parientes al CAP de Canapote, pero ya estaba muerto.
De otro lado, está el caso de Jorge Espinoza. A las 10 de la noche del jueves, el joven de 23 años, a quien apodaban ‘el Pichi’, estaba en una tienda que está detrás del CAP de Canapote con un amigo. Dicen que con este estaría esperando que le llevaran un paquete.
Pero a quien recibió fue a la muerte, pues a esa hora llegaron dos sicarios en una moto. El parrillero sacó una pistola y le disparó. Dicen que ‘el Pichi’ recibió ocho balazos, mientras que su compañero corrió y salió ileso. Los agresores huyeron y al herido lo llevaron al CAP del barrio, pero llegó sin signos vitales.
‘El Pichi tenía antecedentes por porte ilegal de armas y lesiones personales. Vivía en Daniel Lemaitre y, presuntamente, integraba la pandilla de ‘los Matarratas’. También estaría vinculado con un atentado a un miembro de una pandilla de un sector vecino. La Policía indicó que, al parecer, inducía a menores a fomentar riñas. También lo investigaban porque, presuntamente, estaba comprometido en microtráfico de drogas.
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