Hace solo un mes, Diego Alejandro Guillén Salazar salió de la Cárcel de Ternera, donde estuvo 17 meses preso, luego que lo sorprendieran con medio kilo de marihuana.
A Diego le concedieron el beneficio de prisión domiciliaria y por eso se quedaba en su casa, en el sector Los Laureles de El Pozón. Sus parientes reconocen que estaba alegre por salir de prisión, pero su felicidad le duró poco. El sábado, a las 9:30 de la noche, estaba sentado en la puerta de su casa con dos amigos. Tenía solo media hora de estar charlando en la terraza cuando cuatro sujetos en dos motos llegaron.
Sacaron armas y se dirigieron a donde estaba Guillén, a quien balearon sin contemplación, y luego huyeron tan rápido como llegaron. “Yo estaba en el cuarto cuando sentí los disparos. Al salir encontré a mi esposo herido.
Lo llevamos a la Clínica Madre Bernarda, pero allá llegó muerto”, contó Milena Sánchez. La víctima tenía 9 años en Cartagena y era oriunda de San Diego, Caldas. Deja una hija, de 4 años, y sus parientes aseveran que no había recibido amenazas de muerte, por lo que desconocen los móviles del crimen. Las autoridades investigan si el hecho tiene relación con el motivo por el que estuvo preso.
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