Si se sobrepone a los tres balazos que recibió, el segundo de los cinco hijos de Marlene Martínez estará condenado a vivir en una silla de ruedas. Así lo indicó la mujer, quien explicó que el joven de 15 años sigue grave en la UCI de la Clínica Madre Bernarda, tras el atentado del que fue víctima el 18 de mayo pasado.
El hecho ocurrió en el sector Isla de León, en el barrio El Pozón. Ese día, el menor estaba en una esquina, a unos pasos de su casa, cuando un sujeto llegó, lo baleó y huyó. Mientras escapaba a pie, el presunto agresor hirió a dos personas, a una en una pierna y a otra en una mano, pero la comunidad lo desarmó. Le cortaron varios dedos de la mano derecha y le causaron heridas en la cabeza y un hombro. La Policía llegó y evitó que la turba linchara al presunto pistolero, llevándolo a la Clínica Blas de Lezo. De allí fue remitido a la Clínica El Bosque, donde permanece custodiado por policías, pues le han hecho varios procedimientos quirúrgicos.
El joven de 15 años, mientras tanto, sigue en la Clínica Madre Bernarda. Las balas le perforaron los dos pulmones. “Está consciente, pero como lo tienen entubado no puede hablar. Los médicos tratan de lograr que respire por sí solo. La bala que recibió en la columna le cortó un nervio de la médula espinal y no podrá caminar. Esperamos que a su agresor lo manden para la cárcel, pues no es justo que él quede libre y mi hijo se esté debatiendo entre la vida y la muerte”, dijo Marlene.
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