A Keiber Ojeda Martínez lo mataron accidentalmente. Eso es lo que dicen los parientes del menor de 16 años, a quien le dieron un balazo en la cabeza en un hecho que ocurrió en el corregimiento de San Pablo, Marialabaja.
Keiber hacía noveno grado en la Institución Educativa Técnica Agroindustrial de San Pablo y los fines de semana trabajaba como mototaxista. El domingo, a las 8 a. m., estuvo en casa de su abuela.
“Le pidió una aguja y un hilo, pero tuvo que salir porque iba a hacerle una carrera a un muchacho al que llaman ‘Manito’, que es conocido del pueblo”, relató Justo Ojeda, tío del joven. Dicen que el mototaxista recogió al conocido y que cuando lo llevaba como parrillero este sacó un revólver y empezó a jugar y a apuntarle a la cabeza.
“El arma se le disparó y le dio el balazo a Keiber, y cayeron de la moto. A mi sobrino lo llevaron al hospital del pueblo y de allí a la Clínica Madre Bernarda en Cartagena, donde murió casi cuatro horas después. El muchacho que le disparó tenía ese revólver desde hace varios días, apuntándole a la gente. Dejaba dos balas en la parte baja de la “manzana” del arma y martillaba. Fue una irresponsabilidad”, dijo Justo Ojeda.
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