Ella aún no lo asimila. Sus lágrimas no dejan de empaparle el rostro y tiene un lamento que, muy posiblemente, cargará toda su vida. Es el dolor de madre el que la carcome al ver en una camilla de la Clínica Madre Bernarda al ser que salió de sus entrañas hace 16 años. Al ver al menor de sus hijos sin sus manos.
Al joven le cercenaron las manos a machetazos como una forma de reprensión. Lo señalaban de intentar robar unas vacas en una finca en Arjona y por eso le impusieron un castigo severo, cruel. Fue juzgado sin ser llevado ante un juez y condenado a vivir sin sus manos, con las que esperaba cumplir su sueño más anhelado.
“Él quería ser boxeador, no quiso estudiar más y se dedicó a practicar ese deporte, pero acabaron con sus sueños. No puedo creer que le hayan hecho eso, mi hijo no se merecía que le cortaran las manos, tenían que llamar a la Policía. Yo no sé lo que pasó en esa finca, pero estoy segura que mi hijo no estaba robando. Me indigna que digan algo así de él, eso del robo es una calumnia. No es un ladrón, pueden preguntar en Arjona por él”, dijo entre lágrimas la madre del menor.
La mujer mayor, quien es empleada doméstica, contó que el hecho ocurrió el sábado. Ese día, su hijo salió a las 11 a.m. de su casa, en el barrio La Esperanza de Arjona. Llegó a la casa de una tía que vive cerca y luego salió con un amigo.
“Dicen que estaba robando en una finca que está por donde quedaba el antiguo basurero, pero eso no es así. Estaba solo con un amigo, y no con dos, como rumoran. A su amigo no le pasó nada y no he podido hablar con él para que me explique qué pasó. Mi hijo tampoco me ha podido explicar porque casi no puede hablar por el dolor de las heridas. Está en la Unidad de Cuidados Intensivos. Él sabe quién le hizo eso y va a hablar”, explicó la madre del lesionado.
Mientras tanto, Remberto Cantillo, gestor científico de la Clínica Madre Bernarda, indicó que el menor lesionado llegó con una hemorragia y que está internado en la UCI pediátrica. Aunque está estable, su estado es reservado.
“Se hizo un control quirúrgico, para poder cerrar las articulaciones y que no corra peligro de infecciones, teniendo en cuenta que el caso fue en una zona rural y con un objeto contundente. Está consciente, pero hay una parte psicológica y nosotros inicialmente la estamos atendiendo, lo vamos a apoyar con nuestras psicóloga y trabajadora social, pero vamos a necesitar ayuda del ICBF. Tiene heridas en espalda y hombros que fueron suturadas y después de eso tiene un estado de dolor y recuperación, y por eso tiene dificultades para hablar. Hacemos monitoreo de signos vitales y vemos cómo va la hemoglobina”, indicó Remberto Cantillo.
Otro pariente del joven al que le cercenaron las manos mostró su indignación ante la situación y dijo que el que le hizo eso está en Arjona. “Anda por ahí caminando como si nada. Aunque se vaya lejos algún día va a pagar. Hay que ver si a él le gustaría que a uno de sus familiares le hicieran eso”, indicó el pariente del menor. Mientras tanto, la Policía sigue con las investigaciones respectivas para esclarecer lo ocurrido en la finca.
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