La Fundación Sucre Diversa, a través de su director Juan Carlos Salas, expresó su repudio por el asesinato de Rody Armando Martínez Otero, más conocido como Oriana Nicoll, miembro de la comunidad LGBTI y natural de Sincelejo, ayer en la madrugada.
Salas lamentó profundamente el crimen y dijo que “es muy triste que sucedan estas cosas, justo cuando estamos desarrollando una campaña contra el odio hacia los miembros de nuestra comunidad”.
A Oriana Nicoll la encontraron sin vida en el Hotel Vivi, en Riohacha, en donde se había hospedado sola, a eso de las 5 de la tarde del martes.
Trabajadores del lugar indicaron que Oriana salió de su habitación a las 8 de la noche de ese día y regresó acompañada, a las 1:30 de la madrugada. Con ella ingresó un hombre de piel morena, con quien habría ingerido bebidas alcohólicas.
El cadáver de Oriana lo hallaron horas después, con dos profundas cortadas. La herida mortal la recibió en el cuello y la otra en el antebrazo izquierdo. A su alrededor, habían botellas de aguardiente y cervezas vacías.
El paradero del agresor es desconocido y las autoridades de La Guajira adelantan las investigaciones para esclarecer los móviles del homicidio. La identidad de la persona con quien fue vista la última vez es un misterio.
Líder
Oriana Nicoll Martínez Otero lideró el más reciente encuentro de víctimas de la comunidad LGBTI de Sincelejo y trabajó de la mano con la Defensoría del Pueblo en procesos que buscaban proteger sus derechos.
El cuerpo de Oriana permanece en la morgue de Riohacha, a la espera de que alguno de sus familiares lo reclame.
La víctima se había sometido a una operación estética para aumentar el tamaño de sus senos y, al parecer, días antes de su asesinato había estado en Valledupar.
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