“- Tú eres hermana de ‘el Boca’
- De Kevin, sí.
- ¿Tu mamá está aquí?
- No, no está, ¿por qué?
- Ahh, porque en María Auxiliadora una camioneta la mató a ella y a tu hermanita”.
Esa fue la conversación más triste y directa que Nasly tuvo con un mototaxista desconocido ayer a las 11 de la mañana.
Ella narra que al recibir la noticia caminó hasta su casa con su hija y al entrar se desplomó entre la pared y el juego de muebles.
Los vecinos salieron en su ayuda y ella, en medio de llanto y gritos, les decía lo que ese hombre le había dicho.
“Ese mototaxista me dijo que a mi mamá la habían matado en un accidente”, decía.
Una vecina le preguntó que hacia dónde se había dirigido su madre y ella entre lágrimas manifestó que había salido a la Casa del Niño.
“Mi mamá me había pedido el favor de ir a la Casa del Niño a apartarle una cita a mi hermanita, pero como mi hija andaba enfermita, ella dijo que iría a hacerlo”, expresa esta mujer.
La buscó en todos lados
Dos horas duró la agonía de esta joven, quien no paraba de llorar, mientras los vecinos y algunos familiares trataban de ayudarla.
“Como pude salí, cogí una moto y llegué a la Casa del Niño, de ahí a la Clínica Crecer, después al Hospital Universitario y hasta entré a Medicina Legal, pero ahí me dijeron que no habían llevado a nadie. Me pedían que me calmara, pero yo no podía”, dice recordando ese momento.
El esposo de una tía, que vive en Barranquilla, recibió la llamada de un vecino que le contaba la “triste noticia”, pero como él no lo podía creer, llamó a una vecina, que es como hermana de la señora Meybel Ospina Hernández, mamá de Nasly, a preguntarle qué había pasado y a contarle lo que le habían dicho.
“Cuando él llamó a la vecina, que es como mi tía, ella le dijo a mi tío que no. Que mi mamá estaba bien y que estaba ahí con ella en Corvivienda. Que ella no había ido a la Casa del Niño todavía. En ese momento mi mamá decide irse para la casa”, comenta.
Llegó la vida
Cuando ya Nasly se sentía resignada y solo le pedía a Dios que se hiciera su voluntad, vio cuando su madre se bajaba de un colectivo.
“Yo salí al ver la camioneta blanca, eran los medios de comunicación quienes querían averiguar la verdad y yo solo pensé, “es cierto. Está muerta”. Pero luego giré la cabeza y ahí estaba mi mamá bajándose del colectivo. Estaba viva. Esto fue un susto muy grande”, concluye.
Meybel Ospina Hernández es una mujer de 52 años, ama de casa y quien diariamente sale a hacer vueltas de médico o a lavar ropa en casas en el barrio Manga.
“No lo conozco”
¿Conoces al de la moto?, le pregunto a Nasly y ella con firmeza dice que no.
“No lo conozco, pero su rostro me quedó marcado. Es grueso, bajito, iba en una moto roja. Tiene las cejas peludas y gruesas. Su nariz es gruesa también”, dice.
Las autoridades pidieron a la comunidad no hacer caso a las falsas alarmas. “Ante las dudas, recomendamos que se verifique primero con la autoridad competente y así se podría evitar un ataque de pánico”, explica la fuente.
¿Se dedica a esto?
Varias personas se comunicaron con Q’hubo a manifestar que, al parecer, este mototaxista se dedica a crear falsas alarmas en diferentes barrios de la ciudad. Las autoridades investigarán con qué propósito lo hace. Hasta ahora no hay denuncias.
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