Aunque en un principio todo indicaba que Pedro Ramón Batista Beltrán lograría salir airoso de la batalla que libraba contra los golpes que sufrió en un accidente, no fue así.
Pese a las oraciones de sus parientes, que permanecían junto a él en la Clínica San Juan de Dios, el anciano, de 78 años, murió el jueves pasado en el centro médico luego que su condición de salud empeorara. Una isquemia cerebral, que habría producido la herida que sufrió en la cabeza el sábado pasado, tras ser arrollado por una moto en la Avenida El Bosque, terminó sellando su destino.
Pedro Ramón vivía en el barrio Bruselas con dos de sus cinco hijos. Los dos menores. Hacía y vendía artesanías. Salía a venderlas por el barrio El Bosque y sus alrededores, por lo cual era muy conocido en ese sector.
El sábado de la semana pasada, Pedro Ramón salió en la mañana a vender artesanías. Se fue a El Bosque y allá se encontró con otro vendedor ambulante. Juntos, los dos hombres decidieron cruzar la Avenida El Bosque, frente a una embotelladora de gaseosas. Mientras cruzaba, una moto que era conducida, al parecer, por un menor, que llevaba a una mujer de parrillera, terminó arrollando a Pedro Ramón. El anciano fue a parar contra el asfalto y sufrió una herida en la cabeza, y golpes. Testigos dijeron que el conductor de la moto, presuntamente, manejaba con exceso de velocidad, lo cual habría causado el accidente.
Al anciano lo llevaron en ambulancia a la San Juan de Dios. Los médicos indicaron que no estaba grave y por eso permaneció 4 días en observación. Por desgracia, los golpes en la cabeza le causaron una isquemia cerebral. La salud de Pedro empeoró, hasta que el jueves no pudo más.
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