La mañana de ayer fue sombría. El sereno que caía y las nubes negras que inundaban el cielo parecían vaticinar la mala hora de Miguel Alberto Carbal Tapias. Eran las 10:15 de la mañana cuando el hombre estaba sentado en una silla plástica en la terraza de un vecino, que está cubierta por un techo de zinc, en la calle principal del sector El Zapatero, en El Bosque.
El comerciante, de 42 años, charlaba con otras dos personas cuando dos sujetos, a bordo de una moto, pasaron. Eran sus verdugos, pero Miguel, quien vivía a pocas casas del sitio, no lo sabía. Vecinos contaron que los sujetos, que llevaban cascos puestos, se lo quedaron viendo y siguieron su camino.
Tras analizarla, dieran la vuelta unas cuadras más adelante y regresaron a donde estaba su víctima. Se acercaron a la acera de la vivienda y, sin pronunciar una sola palabra, el parrillero de la moto sacó una pistola y le apuntó en la cabeza a Miguel, quien no se dio cuenta de lo que ocurría porque estaba de espaldas. De pronto, se sintió el retumbar de un balazo. Luego vinieron los gritos.
El proyectil que salió del arma del sicario le entró por el pómulo derecho a Miguel y le salió por la parte superior de la cabeza. La víctima perdió el sentido de inmediato. Los malhechores huyeron a toda prisa del lugar tras lograr su oscuro objetivo. La calle destapada, llena de charcos por el sereno, se impregnó rápidamente de la sangre de Miguel, dando cuenta de su tragedia.
Familiares llevaron al herido en una moto a la Clínica San Juan de Dios. Al centro médico ingresó con una hemorragia intracraneal. Pese a que los médicos le daban pocas esperanzas a sus familiares, estos se aferraban a que un milagro lo salvara. Todo se fue a pique a la 1 de la tarde, casi tres horas después del ataque, cuando murió por la gravedad de la herida. De los móviles o autores del crimen nada se sabe.
En otro hecho
Rafael Corcho Amaranto, de 24 años, está en delicado estado en el Hospital Universitario del Caribe. Le dieron una cuchillada en la espalda que le afectó un pulmón, hecho que ocurrió el lunes en El Líbano. “Necesita una operación y no tenemos dinero. Nuestro papá, que es edil, ni siquiera lo ha ayudado a sacar el carné del Sisbén y no responde por él. Necesitamos ayuda”, indicó Arleth Corcho, hermana del afectado.
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