Fue de su padre que Johrdan David Batista Martínez tomó su gusto por las motos. Lo veía armarlas y desarmarlas, y fue creciendo en medio de eso mundo. Con apenas 19 años, ya en la carrera 69 del barrio La Victoria todo el mundo lo conocía. Arreglaba motos en su casa y además participaba en piques en Mamonal. “Le advertíamos que dejara de correr en esas motos, que andara suave, pero no hacía caso.
Hasta cabuyas pusimos aquí en la calle para que andara suave”, recuerda una hermana. Sin embargo, la velocidad y la adrenalina eran la fascinación de Johrdan, quien “murió en lo suyo, haciendo lo que le gustaba”, dicen sus amigos.
El lunes, a las 11 p. m., transitaba en su moto por la carrera 71 de El Socorro, frente al colegio Juan José Nieto. Sus parientes reconocen que manejaba a alta velocidad y que iba haciendo piruetas, y que luego chocó contra la parte de atrás de un carro que estaba parqueado. “Sufrió un golpe fuerte en el abdomen que le afectó varios órganos y también varias fracturas. Lo llevaron a la Clínica Barú. Intentaba hablar, pero no podía.
Le hicieron una operación, pero los médicos hablaron claro y nos dijeron que estaba mal. Ayer -martes- murió a las 7 de la noche”, relató Yasmín Batista, hermana de Johrdan. El joven ya había sufrido dos accidentes anteriormente en los que sufrió heridas. El del lunes fue el tercero y el último.
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