Con la mirada perdida y sentado debajo de un árbol junto a la clínica Madre Bernarda, estaba Giovani Ramírez. El hombre era el esposo de una mujer que había fallecido a las 7:20 de la mañana de ayer en dicho centro médico.
Giovani no pronunciaba muchas palabras, pero sí explicó lo poco que sabía sobre la muerte de su esposa Rosario Moreno Salas, debido a un incendio en el municipio de Turbaco.
El sábado pasado, tras departir durante el día entero en familia, en el barrio Altos de Plan Parejo 2, recogieron todo y se fueron a dormir.
Con Rosario también vivía un nieto, que afortunadamente esa noche no se quedó a dormir en la residencia.
El cansancio fue tal, que apenas se acostó se quedó rendida. Lo mismo pasó con su hija.
A las 2 de la madrugada, el calor despertó a Rosario y a su hija. “Ella se levantó corriendo y lo que se encontró fue la candela, con el conato e intentó salir de la casa al igual que la hija”, narró Ramírez.
El esposo de Rosario manifestó que, en el desespero por intentar escapar de la conflagración, no podían encontrar las llaves para abrir la puerta, lo que provocó que tanto Rosario como su familiar inhalaran una gran cantidad de humo.
Vecinos que se percataron del hecho fueron en busca de agua para sofocar las llamas e intentaron ayudar a salir a las mujeres. Estas sufrieron quemaduras en los brazos, aunque no fueron de gravedad.
Rosario fue auxiliada y, al igual que su hija, la llevaron a un centro médico en Turbaco, pero al llegar el personal médico decidió remitirla a la Clínica Madre Bernarda en Cartagena, ya que había aspirado mucho humo y necesitaba atención especial.
A pesar del esfuerzo de los vecinos y del Cuerpo de Bomberos, las llamas consumieron casi por completo la vivienda de Rosario. Por fortuna, la conflagración no se extendió a las demás viviendas.
Fue así como desde el domingo, Rosario estuvo luchando, pero finalmente un paro cardíaco le arrebató el último hálito de vida que le quedaba.
En el barrio Escallón Villa ocurrió otro incendio, en el que una casa de seis cuartos se prendió durante la noche del lunes.
Según fue reportado por el Cuerpo de Bomberos, la conflagración ocurrida en la calle Cristóbal Colón, pudo haber sido por un corto circuito, pues entre las pérdidas hubo un celular y una colchoneta.
La conflagración, al parecer, inició en el último cuarto de la casa, donde vivía como arrendado un hombre de 43 años, identificado como Keimer Calvo Robles, quien resultó ileso.
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