“Brayan, ¿No te vas aparar de ahí? Mira que te estamos esperando en la casa”. Esas fueron las últimas palabras que doña Rafaela Marriaga le dijo a su hijo Brayan García Marriaga, mientras permanecía inconsciente en el Hospital Universitario del Caribe.
El adolescente, de 16 años, falleció el viernes a las 11:30 de la mañana, como resultado de las múltiples lesiones que sufrió durante un accidente de tránsito, el pasado 8 de octubre.
SIN MILAGRO
Don Martín García no deja de llorar cuando habla de Brayan, el cuarto de sus siete hijos.
“Los médicos del Hospital Universitario siempre nos dijeron que él ya estaba en manos de Dios, porque estaba muy grave. Nunca despertó, me decían que movió la mano, pero todo era mentira. Desde el accidente orábamos mucho, íbamos a la iglesia, pero no se salvó.
“Los únicos vicios de mi muchacho eran el fútbol y la televisión. Brayan quería ser futbolista y era hincha fiel del equipo Real Cartagena”, dice entre lágrimas Martín.
Brayan cursaba séptimo grado en la Institución Educativa Alberto Elías Fernández Baena.
“NO LO HE VISTO”
Brayan sufrió múltiples y graves fracturas en todo el cuerpo. Familiares dicen que fue un paro cardiorespiratorio lo que acabó su vida.
Según Martín, el conductor de la misteriosa camioneta no ha respondido por los daños causados.
“Yo a ese señor no lo he visto. Donde la Policía no he ido más, porque estaba pendiente de que mi hijo se salvara”, cuenta tristemente el padre.
El sepelio de Brayan es hoy.
EL ACCIDENTE
El choque entre una moto y una camioneta, que ocurrió el martes 8 de octubre a las 3:30 p.m. en un sector conocido como Loma del Indio, en Piedra de Bolívar, deja dos víctimas.
Dailer Madero Zambrano, de 15 años, es el otro muerto.
Dailer conducía la moto en que salieron de casa esa tarde los dos muchachitos. Dicen que salieron a comprar gasolina y una camioneta se “voló” la escuadra. El golpe fue tremendo y causó en los dos traumas craneoencefálicos severos.
Dailer falleció al día siguiente del accidente.
Dailer y Brayan eran amigos y vecinos desde la infancia. Residían en la calle principal de Las Brisas.
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