A Luz Nidia Cabeza Ruiz le tocará velar sola por sus cinco hijos, todos menores de edad. En un parpadeo, perdió a su esposo y padre de sus retoños.
Andrés Avelino Ruiz Rendón fue asesinado ayer en la mañana cuando iba en su carro por la glorieta que está en la entrada del barrio La Esperanza, a solo unos pasos de Bazurto. Un sicario le dio un balazo en la cabeza.
Luz, de 30 años, reconoce que Andrés Avelino cometió un error, pues el 13 de noviembre de 2011 fue capturado por porte o tráfico de estupefacientes. Sin embargo, dice que pagó lo que hizo y que trabajaba honestamente. No cree que lo hayan matado por líos de drogas, hipótesis que investigan las autoridades.
“Él estuvo preso unos cinco meses, después le dieron casa por cárcel y pagó su condena. Todo quedó así y no creo que después que ha pasado tanto tiempo lo vayan a matar por eso. Hace unas semanas discutió con un hombre por una cuestión de su carro, pero eso no pasó a mayores, tampoco creo que haya sido por ese motivo que lo hayan matado”, dijo la compañera del hombre asesinado.
Las autoridades indicaron que el crimen obedece a una retaliación. “Se trata de una retaliación. Tenía un conflicto con alias ‘el Pastuso’ y esta persona organizó todo este hecho. Vamos a desplegar todas nuestras fuerzas para dar con los responsables y ponerlos a disposición de las autoridades”, indicó el secretario del Interior, Fernando Niño.
Con silenciador
Andrés Avelino tenía 38 años y nació en el municipio de Castillo (Meta), pero se crió en Planada (Tolima). Vivió un tiempo en Medellín y tras la muerte de su madre regresó a Planada, donde conoció a Luz. Ella ya tenía un hijo de otra relación, pero eso no fue impedimento para que su historia de amor con Andrés se forjara.
Al poco tiempo, la pareja se vino a Cartagena, donde completaba unos nueve años. Se estableció en la Tercera Calle de Las Flores, en el barrio La Quinta.
“Andrés crió a mi hijo, era su padre”, contó Luz. Luego, la pareja tuvo cuatro hijos más. Andrés fue capturado en 2011 por drogas y pagó condena por eso.
Luego, se dedicó a conducir su vehículo, un Nissan Sentra, de placas QHX-433 y de color azul.
Lo tenía como colectivo. Hacía carreras desde La Esperanza y Bazurto, hacia el Centro Histórico. Ruiz Rendón solía salir a las 8:30 de la mañana de su casa y regresaba a las 9 de la noche.
Ayer, salió a la hora acostumbrada. “Antes de irse desayunó y me dijo que iba a llevar el carro al taller porque estaba molestando. Últimamente estaba muy intranquilo porque el carro pasaba varado”, recordó Luz.
Andrés salió en su vehículo, pero cerca de su vivienda, mientras tomaba la glorieta que está en La Esperanza, cuando iba hacia La Candelaria, dos sujetos en una moto aparecieron.
Se le acercaron mientras conducía y el parrillero de la moto sacó un arma de fuego, con silenciador, y le apuntó. Andrés frenó al ver lo que se le venía, pero no pudo hacer algo para evitar su tragedia y murió en el acto tras recibir un balazo en la cabeza.
Los sicarios huyeron hacia La Candelaria, tomando la avenida Pedro Romero. Se dice que llegaron hasta Boston, pero se devolvieron al ver un puesto de control en la vía.
Se adentraron en La Candelaria, donde los policías que los seguían les perdieron la pista. En el lugar donde ocurrió el crimen hay tres cámaras de seguridad y, al parecer, una de ellas registró lo ocurrido.
“Andrés era la cabeza del hogar, no sé cómo voy a hacer ahora con mis cinco hijos. Esta casa le costó mucho sudor a él y decía que era de sus hijos, así es que no voy a abandonar la casa que nos dejó”, dijo la mujer de la víctima. Las autoridades investigan el crimen y buscan a los responsables.
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