Indalecio Alfonso Hernández Borja nació en Ciénaga (Magdalena), en el seno de una familia forjada bajo los artificios de la magia y el encanto.
La prestidigitación, el mundo de lo oculto y el misterio eran su pan de cada día, pues su padre era un renombrado mago, que recorrió Colombia y también presentó sus actos en otros países, siendo reconocido por el remoquete de ‘el Mago Borlete’.
Indalecio y sus 6 hermanos aprendieron el oficio de su padre y asumieron los saberes, convirtiendo la magia en un trabajo de familia.
Aunque nació en Ciénaga, se crió en Santa Marta. Allí creció y luego adquirió su propio remoquete: ‘Indio Jerónimo’. Decía tener “poderes” mágicos, pero no consistieron, como los de su padre, en encantar y divertir a públicos. Se dedicó al mundo del misterio y aseguraba poder salvar relaciones sentimentales, “amarrar a parejas”, sacar maleficios y curar mal de ojos, igual que mejorar condiciones económicas y mostrar las caras a sus clientes de sus enemigos ocultos.
Con eso empezó a ganarse la vida y le iba bien. Montó una oficina en Sincelejo y luego otra en Montería. Hace poco más de dos años llegó a Cartagena y montó una oficina en la Avenida Pedro de Heredia, frente al puente de Las Gaviotas. Su negocio lo llamó Casa Arhuaca Indio Jerónimo. Su negocio lo dio a conocer publicitándolo en varios medios de comunicación.
Vivía con su esposa en el mismo inmueble donde tenía el establecimiento. Indalecio, de 49 años, tenía cuatro hijos, la mayoría graduados de distintas profesiones.
Pero la suerte que este parecía tener en la Heroica, se esfumó en un abrir y cerrar de ojos el jueves en la tarde, cuando fue víctima de las balas asesinas.
Su familia cree que le dieron dos balazos en el abdomen, por oponerse a que dos hombres y una mujer lo atracaran.
Planeado
Parientes del ‘Indio Jerónimo’ indicaron que el génesis de su tragedia empezó el miércoles en la tarde, cuando una mujer llegó a su negocio en Las Gaviotas.
“Parece que la mujer llegó a mirar lo que tenía, haciéndose pasar como cliente”, explicó José Gregorio Hernández, hermano de Indalecio. Este aseguró que tras analizar el negocio, la mujer regresó el jueves poco antes de las 5 de la tarde, pero con dos sujetos armados. “La mujer entró con uno de los dos hombres, mientras que el otro se quedó afuera vigilando.
Cuando el hombre que entró amenazó con el arma a Indalecio, él (Indalecio), se le fue encima y empezó el forcejeo. La mujer de mi hermano empezó a gritar y el atracador que estaba afuera entró y le dio los dos balazos a mi hermano, a quien le quitaron el celular. Luego, la mujer y los dos atracadores huyeron”, relató José Gregorio Hernández.
Los agresores escaparon, mientras que a Indalecio lo llevaron al Hospital Universitario del Caribe, pero allí murió horas después, tras un tercer paro cardiaco.
“Esperamos que casos como este no vuelvan a pasar. Indalecio era el eje de nuestra familia y una persona muy buena. No mataron a una persona, con él mataron a toda una familia”, concluyó entre lágrimas el hermano del ‘Indio Jerónimo’.
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