"No soy mala madre, mis hijos me duelen es a mí": madre de niño quemado

“Yo no soy una mala madre, mis hijos me duelen es a mí porque he sido yo quien los he levantado con esfuerzo”. Esa es la frase que repite una y otra vez Jazmín Castro, indicando que nunca quiso que ocurriera la tragedia que hoy la tiene hecha un mar de lágrimas.

Ella es la madre del pequeño de 3 años que murió el jueves en la madrugada tras sufrir quemaduras en un incendio  en su casa, en la calle Wilfrido Castro de La Candelaria. Parientes del padre del menor han indicado que Jazmín habría provocado la conflagración quemando la ropa del padre del niño en un ataque de celos, pero ayer la mujer rompió su silencio y decidió contar a El Universal su versión de la historia.

“He levantado a mis hijos”

Jazmín tiene 35 años y seis hijos. Los primeros tres son frutos de una primera relación y los restantes los tuvo con Jair Zúñiga, con quien llevaba casi diez años. “Yo vivía con él en casa de sus papás. Los primeros cuatro años fueron una maravilla, pero los otros seis fueron una lucha, de problemas y humillaciones. Él se buscó otra muchacha con la que vivió, que ya tenía dos hijos. Pero a mis hijos quien los ha levantado he sido yo porque él no ha correspondido”, dice Jazmín.

La madre de esta última cuenta que para buscar el sustento de sus hijos, tenía una chaza en la casa de su suegra y vendía distintos productos. “Yo pasé muchas cosas, pero aguanté quedarme en esa casa porque mi suegra sabía de la situación y me prometió que les iba a regalar un apartamento a mis hijos, por eso aguanté todo eso”, explica.

Castro asegura que el domingo, Jair no le dio dinero para comprarle comida a sus los niños. “No dejó ni para el almuerzo, ni para el desayuno ni para la comida”. La mujer dice que en la noche habló con él y le pidió que buscara para darle comida a sus hijos y este se marchó. Poco antes de las 9 p.m. de ese día, Jazmín explica que al ver que Jair no volvía, decidió ir a casa de sus padres, que viven a pocas cuadras, en la calle 10 de Mayo, a pedirles comida para sus tres hijos menores (los padres de Jazmín velan por los tres hijos mayores de esta).

Castro dice que salió y que a pocas cuadras encontró a Jair tomando cerveza junto a su otra mujer. “La mujer salió corriendo y yo con la rabia que tenía le di una cachetada a él. Le dije: "Cómo es posible que tus hijos no tienen comida y tú estás tomando. Vamos a hablar porque yo sola no puedo con esto. Me respondió golpeandome en la cabeza y luego me partió la boca. Por eso fue que yo le dije que le iba a quemar la ropa”, relata Jazmín.

La mujer precisa que entró a la casa de su suegra, llegó a su cuarto y bajó del escaparate la ropa de Jair. “La saqué y la puse en la entrada de la puerta, del pasillo. Le eché un solo fósforo a la ropa y estaba esperando a que se prendiera cuando él llegó y desde afuera empezó a desafiarme con un cuchillo. Yo salí y en cuestión de segundos un vecino gritó que se estaba prendiendo algo adentro”, dice.

El cuarto donde estaba el hijo menor de Jazmín y Jair (los otros dos tienen 8 y 7 años), ardía en llamas. Un primo del menor, de 16 años, lo sacó cuando ya el niño estaba en llamas. Las quemaduras que sufrió en el 90 por ciento de su cuerpo le causaron la muerte casi cuatro días después.

Jazmín asevera que la ropa que ella prendió no causó el incendio en el cuarto donde dormía su hijo, dice que en medio de la ofuscación no se dio cuenta que el pequeño dormía allí. 

“La ropa que yo quemé no era la que estaba prendida, lo que estaba prendido eran los cuartos. Que averigüen qué fue lo que pasó, los cuartos no se prendieron porque yo los prendí. Ahí habían varios cables y extensiones porque estaban haciendo una construcción. Que investiguen y se darán cuenta que yo no quemé los cuartos”, indica la madre del bebé que falleció, dejando ver que otra pudo ser la causa de la trágica conflagración.

“Yo no iba a hacerle algo así a un hijo, no soy bruta, tengo corazón. Yo a mis hijos los levanté y los defiendo contra pared y espada. Yo no soy mala”, concluyó Jazmín Castro.

Mientras tanto, se conoció que la custodia de sus otros dos hijos con Jair le fue dada a su madre, Liveris Valiente, y por ello Jazmín no podrá vivir en la misma casa. Se va a mudar con una amiga, mientras que el Instituto de Bienestar Familiar y la Fiscalía General realizan las investigaciones del caso para tomar decisiones.