Aumenta la incertidumbre en la familia del músico cartagenero asesinado a cuchilladas en Bogotá, el pasado lunes en la madrugada.
Franklin Willie Porto es víctima de la delincuencia común que se vive en la capital colombiana. En un principio las versiones que se conocen frente al caso hablan de un intento de robo al que el joven se resiste.
Lo más extraño del caso es que los amigos que departen con él —Franklin— esa noche resultan ilesos y no tienen idea de quién es el agresor.
Durante las investigaciones realizadas por la Policía en Bogotá, surgen varios interrogantes que le hacen pensar que el intento de atraco es solo una coartada de los mismos amigos para ocultar la realidad del crimen.
Las autoridades continúan haciendo un seguimiento exhaustivo al misterioso homicidio. Los parientes de Willie tienen poca información con la que se pueda esclarecer los hechos.
El cuerpo de Franklin llega a su tierra natal el miércoles 16 en la noche, para ser velado y sepultado.
Luego de darle el último adiós, allegados del músico esperan recibir pronto la última versión de la Policía, esa que les de la tranquilidad de saber los verdaderos móviles del homicidio y así hacer justicia.
Los hechos
Franklin está reunido con algunos amigos en la Plaza Bolívar, en Chapineros. Ya es la madrugada de lunes. Están cómodos. El frío es lo de menos, ellos siguen su amena charla.
De un momento a otro, el ambiente cambia. El músico está mal herido. Sus amigos, que supuestamente han sido drogados con escopolamina terminan en un hospital cercano y Franklin muere horas más tarde por la gravedad de las heridas en el pecho y abdomen. Sus amigos están hospitalizados. Uno de ellos estable. Según la versión de los compañeros del fallecido, varios hombres les ofrecen trago. Todos reciben y toman a excepción de Franklin. Eso molesta a los desconocidos y lo atacan.
Para la Policía no está muy claro el caso, por ello manifiestan estar muy concentrados en dar con la verdad.
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