Todo indica que habría sido un descuido mientras realizaba labores de trabajo el que le llevó la tragedia a Pedro Martín Aguad Guerra. El obrero se electrocutó el miércoles en la tarde mientras laboraba en las obras del Túnel de Crespo.
Así lo indicaron parientes de Pedro, quienes llegaron ayer en la mañana a la morgue de Medicina Legal para reclamar su cadáver y llevarlo a Sabanalarga, Atlántico, la tierra que un día lo vio nacer.
Ellos explicaron que Aguad Guerra, de 23 años, deja a su mujer embarazada y una pequeña hija, con las que vivía en Sabanalarga. Era bachiller y técnico del SENA. Hace un año empezó a trabajar en la empresa Giese Pozos, subcontratista del Consorcio Vía al Mar, encargado de la construcción del Túnel de Crespo. Precisamente, en esa obra trabajaba Pedro de lunes a viernes. Según sus parientes, su trabajo consistía en manejar el sistema de abatimiento de nivel freático. Dicen que el martes, mientras desconectaba una motobomba, recibió una gran descarga eléctrica. Lo llevaron a la Clínica San José de Torices, pero allí murió instantes después.
“Pedro tenía todos sus implementos de seguridad. Estaba seguro, pero de pronto se descuidó. Todo pasó por un descuido”, dijo Libertad Gómez Aguad, prima del difunto. El percance es investigado por las autoridades.
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