Un oscuro panorama se vivió el fin de semana antepasado. Entre la noche del 25 de marzo y la tarde del día siguiente, dos personas fueron asesinadas en Cartagena, a otra la asesinaron en el corregimiento de Tierrabaja y también hubo otros dos homicidios, en Turbaco y Marialabaja.
Este fin de semana, entre la madrugada y la tarde de ayer, ocurrió otra racha de muertes violentas: en barrios de Cartagena mataron a cinco personas, entre ellas un presunto delincuente que fue abatido por un policía, mientras que en la isla de Barú también ocurrió un homicidio.
La tragedia en Barú ocurrió en medio de una riña. Los primos Rudis Castro Ruiz y José Miguel Castro Guerrero, de 39 y 32 años, estaban consumiendo licor en un establecimiento público en la calle El Coco. Dicen que a la 1:45 a. m. de ayer, en medio de los tragos, José agarró una botella e intentó lanzarla contra una pared. Sin embargo, la botella terminó impactando contra un carro que estaba parqueado y le partió un vidrio.
“El dueño del carro se molestó y empezó a gritar y amenazar a José, aunque este le había dicho que le iba a pagar el daño. Al ver eso, Rudis fue a defender a su primo, pero varios hombres le cayeron y uno de ellos le dio una cuchillada en la clavícula derecha”, contó un familiar de los primos. Rudis quedó muerto en el sitio, mientras que a José le dieron una cuchillada en el pecho.
Pese a la herida, José corrió mientras era perseguido por varios hombres. Se desplomó y quedó inconsciente, y fue entonces cuando sus perseguidores se marcharon. Los parientes de este lo llevaron al centro médico del lugar y luego fue remitido en ambulancia a Cartagena. Fue internado en el Hospital Universitario del Caribe, donde se recupera. Está estable. Rudis vivía en la calle El Bosque de Barú, era pescador y deja seis hijos. Las autoridades buscan a sus agresores.
En El Pozón
Las malas horas también se pasearon por El Pozón. En la calle Santa Isabel del sector El Guarapero, en el mencionado barrio, vivía Jair Henríquez Hernández. Allegados del joven de 16 años contaron que ayer, a la 1:45 a. m., estaba con varios amigos en la calle Los Payasos del sector San Nicolás.
Según la versión, a Neyla García, una vecina del lugar, le habría molestado la presencia de los jóvenes en una esquina y les habría lanzado piedras. Se dice que uno de los jóvenes que estaba con Jair sacó un arma de fuego y le disparó a la mujer de 45 años, quien recibió un balazo en el tórax. Al ver lo que pasaba, vecinos intercedieron y se fueron contra el grupo de jóvenes, acuchillando a Jair. Al joven lo llevaron al CAP del barrio, pero allí murió. A la baleada la trasladaron a la Clínica Madre Bernarda, donde está en delicado estado. Parientes de la mujer dieron otra versión de lo ocurrido.
Según estos, Neyla no lanzó piedras. “Ella estaba haciendo una comida para un festejo familiar cuando llegaron los muchachos disparando y le dieron”, indicó un familiar.
Aunque aún no hay nada cierto, se dice que después hubo una retaliación por la muerte de Jair, que ocurrió ayer mismo, a las 10:30 de la mañana. A esa hora Yiber González Santana estaba sentado junto a varios amigos jugando dominó, en la calle Santa Isabel del Guarapero. De pronto, dos sujetos en una moto llegaron.
Testigos dicen que el parrillero bajó y fue a saludarlo. Apenas Yeiber, de 24 años, dio la espalda, el sujeto sacó un arma y le dio un balazo en la parte de atrás de la cabeza. Para evitar que lo siguieran, el sujeto disparó contra los que acompañaban a Yeiber, entre ellos Abel Blanco y Franklin Berrío. Este último recibió un balazo en una pierna, mientras que Abel salió herido en el pecho.
El pistolero huyó y a Yeiber lo llevaron al CAP de El Pozón, donde llegó muerto. A sus dos amigos heridos los trasladaron a la Clínica Madre Bernarda, donde se recuperan.
De otro lado, está el caso de Adolfo Pérez Pereira, quien fue abatido por un policía. La Policía Metropolitana señaló que, a las 10:30 a. m. de ayer, el hombre estaba en el sector La Magdalena de Olaya, junto a la avenida Pedro Romero. Un sujeto que estaba en una moto lo acompañaba. La versión de la Policía indica que Adolfo, quien hace poco había salido de la cárcel, habría intentado atracar a un patrullero que estaba de civil, por ser su día de descanso.
Sin embargo, el policía reaccionó y sacó un arma de fuego de su propiedad, disparando. Adolfo, a quien apodaban ‘el Tuto’, también habría disparado y recibió varios impactos, mientras que el hombre que lo acompañaba en la moto huyó. A ‘el Tuto’ le hallaron una pistola calibre 22 y lo trasladaron a la Clínica Madre Bernarda, donde murió. Instantes después del hecho, llegó un hombre herido en un brazo a la Madre Bernarda. Se decía que el hombre sería el supuesto compinche de ‘el Tuto’, pero el hombre indicó a las autoridades que estaba cerca del sitio donde ocurrió la balacera y que una bala perdida lo alcanzó. Eso es materia de investigación.
Luego, al mediodía de ayer, la muerte se paseó por Villas de Aranjuez y la víctima fue Yainer Guevara Carrillo, de 18 años. El joven vivía en Flor del Campo y dicen que ayer caminaba por Villas de Aranjuez, cuando fue interceptado por un joven de 19 años.
Este último sacó un cuchillo y le causó una herida en el cuello a Guevara, y luego huyó. Al herido lo llevaron al CAP de El Pozón, pero llegó muerto. En una rápida reacción, policías del cuadrante capturaron al presunto asesino en Flor del Campo. La muerte sería producto de líos de pandillas.
Por último, está el asesinato de Dagoberto Prens De Ávila, de 45 años y a quien le decían ‘el Mello’. Ayer, a las 12:35 p. m., el hombre estaba sentado en la terraza de su casa, en la calle Las Flores del barrio La Quinta. Prens no se dio cuenta cuando la mala hora fue tras él. Dicen que un sujeto se escondió un sector enmontado y desde matorrales le disparó. La bala impacto la cabeza de Dagoberto, quien murió en el acto. Las autoridades intentan descubrir quién y por qué mató a 'el Mello'.
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