Kevin Torres Córdoba estaba rodeado. No tenía escapatoria ante los seis sujetos que lo intimidaban en un sector oscuro del barrio Pablo Sexto II, en las faldas de La Popa.
Eran las 4:30 de la madrugada del domingo y quienes lo tenían acorralado eran los mismos pandilleros que en varias ocasiones intentaron agredirlo, por ser de otro sector. Por cruzar las llamadas líneas imaginarias.
De pronto, se vino el primer ataque. Uno de los sujetos lo cortó en la cabeza con un cuchillo grande, “de esos que utilizan los comerciantes para cortar el queso”, dice Luz Mayra Córdoba, madre de Kevin, mientras las lágrimas inundan sus ojos. Explica que la sangre empezó a correr y Kevin solo la quitaba de su rostro con las manos. “Mientras él se limpiaba la sangre, ellos se reían, se burlaban”, apunta Luz.
Pero el infundir terror en su víctima no bastó. Los sujetos sacaron machetes y cuchillos, y entre todos atacaron a Kevin. El hecho fue más allá, tocando el morbo y la aberración.
Mientras los agresores se jactaban con el dolor que le causaban a un joven en condiciones de indefensión, pues padecía problemas psiquiátricos, quisieron dejar rastro de su brutal agresión. Testigos dicen que mientras los seis pandilleros atacaban a Kevin, una joven que los acompañaba grababa con su celular la macabra escena.
“Ellos no tuvieron compasión, le causaron heridas a mi hijo en la cabeza, el cuello, los brazos, el tórax, la espalda, por todos lados”, explica la madre de la víctima. A pocos metros de donde ocurría el ataque, estaba escondido un joven que antes que acorralaran a Kevin, le dijo a este que corriera porque lo iban a matar. Torres Córdoba, quien vivía en la calle principal de Loma Fresca, muy cerca de allí, acababa de dejar a unos tíos con los que consumía licor, pero no le prestó atención a su amigo.
“Él como que pensó que no debía nada, no corrió y fue cuando lo atacaron. Su amigo no pudo hacer nada, se tuvo que esconder porque también le iban a dar a él. Se quedó quieto hasta que los pandilleros se fueron. Ahí fue que salió y auxilió a Kevin. Con ayuda de otro joven, lo montaron en una moto y lo llevaron a la Clínica San José de Torices”, recuerda Luz Mayra.
“Se le metió un espíritu”
El joven fue intervenido de inmediato por los médicos. La madre del agredido se enteró de lo que ocurría y llegó a la clínica instantes después. Alcanzó a hablar con su hijo y este le dijo que entre los que lo agredieron estaban alias ‘el Diablito’, ‘Cristian’, ‘Pedro’ y ‘el Junior’, y otros dos jóvenes que no sabía cómo se llamaban.
Las heridas que tenía Kevin eran graves y le hicieron varias intervenciones quirúrgicas. Pese a las oraciones de los suyos, el joven, de 21 años y menor de cuatro hermanos, murió el lunes a mediodía.
Su madre dice que hace pocos años, los mismos jóvenes que le causaron la muerte le lanzaron un cuchillo cuando pasaba por PabloSexto II en una moto que manejaba un primo. Esa vez, tuvieron mala puntería y el cuchillo hirió en el cuello al amigo de Kevin, quien conducía la moto.
“Kevin era un joven enfermo y todo comenzó hace varios años cuando lo llevamos a un retiro espiritual que organizó una iglesia. En el retiro nos dijeron que se le había metido un espíritu. Nos dijeron que se lo sacaron, pero luego como que se le volvió a meter. Él era normal, pero desde ese momento cambió. No se quedaba quieto y pasaba caminando. Empezó a padecer problemas psiquiátricos y estuvo internado en varias clínicas. Es más, hace quince días salió de la clínica La Misericordia, en la que estuvo internado dos semanas. Esos muchachos que atacaron a Kevin sabían que estaba enfermo, pero eso no les importó. Me mataron a mi hijo, queremos justicia”, dijo la madre de la víctima.
Esta finalizó indicando que las autoridades tendrían en sus manos videos en los que quedó registrada la agresión contra su retoño.
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