A Pablo Zapata Acevedo lo apreciaban todos sus vecinos, en la segunda etapa del barrio El Campestre. Pese a una discapacidad física, era un joven muy colaborador y siempre estaba presto para ayudar a quien lo necesitara. Sin embargo, nada de ello le importó a los atracadores que el 22 de marzo en la noche, cuando estaba a solo dos cuadras de su casa, lo agredieron con armas blancas por robarle sus pertenencias personales, causándole la muerte.
Ayer en la mañana, seis meses después del crimen, sus presuntos verdugos fueron capturados. Se trata de dos primos, a los que apodan ‘el Ñapa’ y ‘el Leiner’, que cayeron en operativos en Blas de Lezo y El Carmelo. El general Carlos Rodríguez, comandante de la Policía Metropolitana, señaló que estos harían parte de una estructura delincuencial denominada ‘los Moblesanos’, dedicada al hurto de personas en El Carmelo, El Campestre y Los Caracoles.
Un testigo clave
Desde que ocurrió el crimen de Zapata, miembros de la Sijín empezaron las investigaciones. “Personas decían que vieron correr a varios tipos con el bolso de la víctima, y que se fueron hacia El Milagro. Luego, se conoció que a una estas personas la vieron vendiendo un celular, pero hasta ese momento no había nada concreto”, reveló un investigador del caso. El proceso siguió y hace apenas dos meses, cuando el caso parecía opacarce, apareció una persona que le indicó a la Policía que había presenciado el crimen.
La persona señaló que el día del crimen, vio salir corriendo de un callejón a varios sujetos. “El testigo dice que estaba en una moto y los siguió, y que luego vio cuando abordaron a Pablo Zapata. Dice que le quitaron un bolso y corrieron, pero que la víctima agarró a alias ‘el Ñapa’. Hubo un forcejeo, pero luego este tiró al piso al joven discapacitado”, indica la misma fuente policial. El testigo indicó que después, alias ‘el Leiner’ se devolvió y que con ‘el Ñapa’ habrían agredido con cuchillos a la víctima. Luego, huyeron.
Se conoció que el testigo hizo un reconocimiento fotográfico de los presuntos asesinos y que ello permitió al fiscal del caso emitir órdenes de captura, que se hicieron efectivas ayer. A ‘el Ñapa’ lo atraparon en su casa, en El Carmelo, mientras que ‘el Leiner’ cayó en una vivienda en Blas de Lezo, en donde hallaron un revólver sin permiso de tenencia. Ayer en la tarde, los aprehendidos serían presentados ante un juez de Garantías, en el Centro de Servicios Judiciales, en el Centro.
De otra parte, está la captura de Pablo Rocha Mallarino, de 22 años. El lunes de la semana pasada, este habría baleado en medio de una riña de vecinos a Luis Cortés Peña, hecho que ocurrió en La Candelaria. Luis murió instantes después y una hermana suya sirvió como testigo principal, lo que permitió que un fiscal emitiera la orden de captura contra Rocha. “Al saber que era buscado se presentó ante la Policía, pero ya tenía la orden de captura y esta se hizo efectiva”, indicó una fuente de la Policía. El sábado, Pablo fue llevado ante un juez de Garantías, que lo aseguró en la Cárcel de Ternera por homicidio y porte ilegal de armas.
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