La muerte impidió que Karina Garcés Lemos regresara a su hogar. Ella es la menor, de 17 años, que el lunes murió tras recibir un balazo en la cabeza. El hecho pasó dentro de la casa en la que vivía, en el sector La Primavera de Nelson Mandela. Aunque nada está claro respecto al hecho, todo indica que la asesinaron.
Así también lo creen sus parientes, quienes ayer llegaron a la morgue de Medicina Legal a reclamar su cadáver.
Su padre, Andrés Garcés, contó su historia.
Dijo que Karina nació en San Juan de Urabá (Antioquia), y que en julio del año pasado se vino a vivir a Cartagena con ella, porque en la empresa en la que trabaja como farmaceuta lo trasladaron. “Yo estoy separado de su mamá. Karina se vino conmigo y vivíamos en La Gloria. Ella hacía el último grado de bachillerato. Hace un mes y medio se fue para donde su mamá en Bogotá. Duró una semana y luego regresó a Cartagena, pero no volvió a mi casa. Yo la aconsejaba y le decía que volviera, pero ella decía ‘déjame, que si me voy a estrellar contra el mundo después me voy a levantar’”, relató el papá de la joven.
Karina vivía desde hace unos días con un hombre, en una casa en Nelson Mandela. “Yo no sabía eso. El sábado ella me llamó y me dijo que estaba arrepentida y que quería volver a casa y yo le dije que sí. Luego llamó a una amiga llorando, pero no le explicó qué le pasaba. Yo esperaba que ella volviera a llamar, pero no lo hizo”, relató el atribulado padre.
El lunes, la joven recibió un balazo cuando estaba dentro de la casa en la que vivía. Su compañero sentimental, junto a otro hombre que lo acompañaba, la sacaron del inmueble y la llevaron a la clínica de San Fernando y allí la dejaron abandonada. Instantes después, Karina murió. Se descarta que haya sido un suicidio y su compañero sentimental no aparece para explicar lo ocurrido. “Queremos saber qué pasó. Era una niña y no merecía esa muerte. Uno espera que los hijos lo entierren a uno, no uno enterrar a los hijos”, concluyó Andrés Garcés. Las autoridades investigan el hecho.
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