Casualmente lograron fotografiarla. Mientras estaba sentada en una terraza de Nuevo Bosque, le tomaron una fotografía que ahora es usada por sus supuestas víctimas para tratar de ubicarla.
Se trata de una “falsa” empleada doméstica que llegó pidiendo ayudas a la sexta etapa de Nuevo Bosque y que, solo en cuestión de horas, logró conseguir empleo en una vivienda.
De dicha casa, supuestamente, alcanzó a llevarse todo aquel objeto de valor que pudo guardar en una bolsa negra de basuras: 11 millones de pesos, entre joyas, computadores, perfumes y dinero en efectivo.
EL ROBO
Era 21 de mayo de 2015. A la casa de Carmen Jiménez llegó una mujer que dijo llamarse María Padilla. “Díganme Mayo, todo el mundo me dice así”, decía, tal vez para entrar en confianza. Quizás, por la necesidad que evidenciaba en su rostro y por ser una persona mayor -aparentaba unos 50 años- la contrataron.
“Me la trajo una vecina que sabía que yo estaba buscando muchacha. Otra empleada, que tiene años trabajando aquí cerca, me dijo que la conocía, por eso la contraté. Dijo que era de Sincelejo, que le dieran la oportunidad de trabajar para ganarse su platica y mandarle a sus hijas, que había estado en Venezuela pero allá la situación estaba mala”, recuerda Carmen.
A la mañana siguiente, Carmen salió de su casa, tras dar algunas indicaciones a su nueva empleada. “Desde que me fui, me dicen los vecinos que la notaron como desesperada, nerviosa. A eso de mediodía llegó mi nieto del colegio, él se quedó en el cuarto cambiándose el uniforme y fue cuando ella aprovechó y se fue. Ya ella tenía que tener todo recogido”, explica.
Según la víctima, la señora que había contratado se llevó zapatos, bolsos, relojes, perfumes, 5 millones de pesos en efectivo, dos iPad, un computador portátil y prendas de oro y de fantasía.
“Yo no sabía dónde vivía, y la empleada que me la recomendó no me daba razón de ella. Casualmente, una vecina le había tomado una foto el día antes”, añade Carmen, asegurando que esa es la única pista que tienen sobre la supuesta autora del millonario hurto.
OTRA VÍCTIMA
Era 22 de abril de 2015, cuando Luisa Martínez*, una habitante de otro sector de la ciudad, contrató a una supuesta empleada doméstica.
“A mí me engañaron, una empleada de por aquí me dijo que la conocía, pero realmente no era así. Yo acordé con ella cuánto le iba a pagar y salí, pero dejé a mi nieta con el novio en la casa. La señora dijo que iba a barrer la sala, que se fueran para el patio, una vez cerró la puerta, enseguida robó y se fue”, explica Luisa. Agrega que le robaron 40 millones en prendas, dinero en efectivo, computadores y tablets.
“Me dijo que se llamaba María, y que venía de Magangué. Pero el mundo es pequeño, tengo una vecina que es amiga de la señora a la que le robaron en Nuevo Bosque. Ellos me mandaron la foto y es la misma persona que me robó a mí. Los vecinos de por aquí también la reconocieron, porque esa señora tenía como 15 días de andar dando vueltas por el barrio”, puntualiza Luisa.
Los dos hurtos fueron respectivamente denunciados ante la Fiscalía General de la Nación y ambas personas aseguran haber sido víctimas de la misma empleada doméstica.
*Nombre cambiado
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