La muerte se había empecinado con Luis Carlos Peñaloza Álvarez. Para ella, el hombre debía morir sí o sí. No había mañana ni aplazamientos.
Desde que se levantó, el destino de Luis Carlos estaba marcado, aunque él no lo sabía. El domingo era un día perfecto para ganarse un dinero extra con uno de sus oficios. Cuando no trabajaba como agricultor, Luis alternaba sus tiempos libres como mototaxista.
Fue precisamente el trabajar manejando moto lo que le causó el primero de dos accidentes que sufrió el domingo.
Luis Carlos recibió una llamada de un cliente que pidió sus servicios como conductor para que lo fuera a recoger a Macayepos y lo llevara hasta El Carmen. El hoy occiso accedió y de inmediato emprendió el viaje hasta el lugar de encuentro.
Todo iba bien durante el trayecto hacia su destino, pero tomó un giro inesperado en la vida de Peñaloza Álvarez. Intempestivamente, una moto se le atravesó, provocando un tremendo choque.
El hecho ocurrió a las 4 de la tarde en el sector conocido como Arroyo Varela. Luis Carlos colisionó de frente contra la otra moto, saliendo disparado del vehículo y cayó varios metros más adelante.
Un amigo de Luis Carlos que estaba haciendo una carrera se percató del accidente. Aunque no pudo auxiliarlo porque tenía un pasajero, fue y le avisó a la esposa y demás familiares, quienes de inmediato le comentaron a policías, quienes al llegar al lugar de los hechos trasladaron al herido hasta el hospital del pueblo.
En el centro médico lo estabilizaron y lo internaron en la Unidad de Cuidados Intensivos, donde luego de varias horas los galenos decidieron remitirlo hasta un centro de mayor complejidad en Cartagena.
A Luis Carlos lo subieron a una ambulancia. Con él iba una enfermera que vigilaba su estado de salud. También estaba una prima que iba como copiloto.
Ya en la ruta, Darlis Montes Álvarez, prima del hoy difunto, era quien se mantenía en contacto con los demás parientes sobre la salud de Peñaloza Álvarez. Pero precisamente a eso de las 10 de la noche, la muerte apareció delante del hombre.
Justo en la vía que de Arjona conduce a Turbaco, la ambulancia en la que transportaban a Luis chocó contra la parte de atrás de un camión pequeño que estaba parqueado “sin luces, ni señalización ni nada”.
“Yo estaba hablando con una hermana de él (Luis), cuando de un momento a otro apareció un tipo haciendo señales con las manos y cuando quise reaccionar, la ambulancia se había metido detrás del camión y por el choque empezó a dar varias vueltas. Yo salí disparada por la ventana y no sentí más nada porque me golpee duro”, dijo Montes Álvarez.
Luis Carlos sufrió graves lesiones que empeoraron su estado de salud, pues quedó debajo de la camilla. Por su parte la enfermera que lo cuidaba debió ser trasladada en una moto hasta el hospital de Arjona. Por su parte, el conductor de la ambulancia sufrió fractura en una pierna, en un brazo y la cabeza y al igual que Luis Carlos fue llevado hasta el hospital de Arjona.
Lastimosamente, Peñaloza Álvarez, según manifestaron sus allegados, ingresó sin signos vitales al centro médico.
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