Entre el dolor y la incertidumbre se debaten los parientes del vigilante William Silva Zambrano.
El hombre fue asesinado el miércoles, a las 8 de la noche, cuando estaba en una tienda de nombre NN, a pocas cuadras de su casa, en el callejón Yánez del sector Riacurte, en Olaya Herrera.
Un sicario lo tomó por sorpresa y le dio varios balazos que le causaron la muerte en el acto. El asesino iba de parrillero en una moto y huyó del lugar a toda prisa con su compinche.
La Policía montó una operación “candado”, cerrando todas las vías de escape, pero los malhechores lograron escapar. Los familiares de la víctima, de 49 años, aseguran que no tenía amenazas ni problemas de ninguna clase.
Cuidaba un lote
William Silva era cartagenero. Vivía con su mujer y sus cinco hijos cerca de donde le llegó la muerte. Además de ser vigilante era herrero. Hacía trabajos de este tipo de forma independiente. Sus parientes contaron que trabajaba hace siete años cuidando un lote en Crespo.
El día de su muerte llegó a su casa a las 4:30 de la tarde, luego de su jornada laboral. “Estuvo un rato viendo televisión y luego salió para la tienda”, indicó Cruz María Moya, mujer del vigilante.
Estuvo en la tienda un buen rato hasta que aparecieron en escena los asesinos y le dispararon.
“Dicen que cuando vio al sujeto con el arma intentó correr, pero no le dio tiempo de nada”, explicó un allegado.
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