Los investigadores tratan de establecer si la precaria situación económica de auxiliar de vuelo habría sido la causa que lo llevó a cometer el doble homicidio.
Ha quedado demostrado que la precaria situación económica que afrontaba el auxiliar de vuelo Alejandro Garrido Molina, aunado a su posible enfermedad mental y su adicción a las drogas, fueron los motivos que lo condujeron a matar con un puñal a su mujer Johana Ramírez Rodríguez y a su hijo Salomón de cinco años, para luego suicidarse.
Esa situación lo llevó a protagonizar la tragedia al interior del apartamento 302 en El Rodadero Sur en Santa Marta, en una temporada de vacaciones, en donde la ciudad se congestiona de carros y turistas.
En los últimos meses Alejandro Garrido Molina se encontraba sin trabajo. La llegada del mes de diciembre lo llenó de tristeza y desespero, al no poder cumplir con sus obligaciones en el hogar y con sus compromisos financieros.
Lo agobiaban los dos créditos bancarios, el no pago del arriendo de los últimos dos meses y el no poder matricular en el colegio a su pequeño hijo. Por eso se refugiaba en el alcohol, como una medida de escape a su aflicción. Por eso recurría a familiares cercanos que residen en el exterior.
Su mujer Johana Ramírez Rodríguez era consciente de esa situación de desespero de su compañero y, por eso, dispuso de algunas medidas de protección. Entonces, tomó el revólver y le sacó las balas y lo escondió en el baño.
Cuando los agentes del Cuerpo Técnico de Investigaciones, CTI, inspeccionaron los cadáveres hallaron el arma de fuego en el piso del baño, debajo del tanque del inodoro y los proyectiles regados sobre el colchón de la cama, en donde quedaron los cuerpos acuchillados y ensangrentados de Alejandro Garrido y su pequeño hijo.
LA LLAMADA DEL SÁBADO
Eran las 10:45 de la noche del pasado 2 de enero, cuando Johana Ramírez en un posible estado de desespero, por el presagio triste de lo grave que podía suceder, ante la actitud de angustia de su marido, decidió llamar por teléfono a una de sus vecinas.
El teléfono celular de su amiga sonó, pero ella no encontró respuestas. Esa llamada aparece registrada en el teléfono de Ramírez, el cual se encuentra ahora en cadena de custodia en poder de las autoridades que están al frente de las indagaciones.
Ahora, los vecinos y amigos del auxiliar de vuelo, recuerdan sus últimos días, cuando lo veían junto con su mujer y su hijo salir o entrar al apartamento.
“Los veíamos tranquilos vistiendo ropa deportiva, como si vinieran de la playa, porque siempre los tres andaban juntos”, dijo una señora cuyo hijo jugaba con frecuencia con Salomón, el hijo de la pareja.
CUANDO APARECIÓ CON EL REVÓLVER
Una de las personas consultadas ayer por HOY DIARIO DEL MAGDALENA dijo que “hace ocho días a las 2:00 de la madrugada Alejandro apareció en interiores en los pasillos del edificio portando un revólver”.
En esa oportunidad Garrido sostuvo que un hombre lo estaba buscando, porque decían que lo iban a matar. “Pero yo no creía en eso, sino que él al parecer tenía alucinaciones”, dijo una persona que lo conoció.
TRASLADO DE LOS CUERPOS
En la noche del lunes, después que en la tarde los funcionarios del CTI realizaran la inspección de los cadáveres, fueron trasladados a la morgue del Instituto de Medicina Legal en Barranquilla, para la toma de muestras y examen de toxicología forense.
Teniendo en cuenta que en el apartamento donde estaban los cuerpos se hallaron bolsas de cocaína, licor, pastillas analgésicas y para el control de la esquizofrenia.
En Santa Marta no se realizan estas pruebas, por no contar Medicina Legal con los equipos de laboratorios necesarios.
Estando los cadáveres en Barranquilla serían reclamados en esa ciudad por sus familiares, mediante petición que harían al Fiscal designado para el caso, quien tiene su despacho en Santa Marta.
LA TRAGEDIA POR DENTRO
El Director del CTI del Magdalena, Germán Castellanos, se encuentra al frente de estas indagaciones y para ello designó a una comisión de agentes especiales, que se halla recopilando información, para establecer las verdaderas causas que originaron la tragedia, registrada en el edificio Balcones del Sol.
Los investigadores determinaron que Alejandro Garrido tomó el puñal, igual a los que se utilizan en las jornadas de camping, y mató primeramente a su mujer al asestarle una herida en el cuello y otras en el pecho.
Johana Ramírez Rodríguez quedó boca arriba sobre la colchoneta que estaba sobre el piso del apartamento. Después Garrido tomó al niño y lo atacó a puñaladas por la espalda y lo remató con una herida en el abdomen.
Al parecer el niño Salomón alcanzó a observa a su madre muerta y se lanzó sobre ella, porque en la parte izquierda de su abdomen se observaron huellas de una mano pequeña, sobre la sangre.
El tipo después de matar a su mujer y a su hijo se paseó alrededor de los cuerpos, porque en la sangre regada en el piso quedaron las huellas de sus pies.
Fue entonces, cuando se acostó en el colchón al lado de su hijo muerto y se acuchilló varias veces en el pecho del lado del corazón.
Se ha conocido que Alejandro Garrido había nacido en Barranquilla el 7 de noviembre de 1970, su mujer en Bucaramanga y su pequeño hijo aparece registrado en una Notaría de Bogotá.
ATAQUE BRUTAL Y DESCABELLADO
“Fue un ataque brutal. Con un afiliado cuchillo de cocina este individuo inicio un ritual de muerte insospechable. Lo que encontramos fue dramático y los informes forenses así lo confirman,” dijo un investigador judicial.
En desarrollo de esas investigaciones se pudo conocer que la primera en morir fue la mujer atacada múltiples veces con el cuchillo por parte de su marido. El cuerpo de Johana Ramírez Rodríguez quedó sobre una colchoneta. ´Eso nos indica que al parecer el individuo primero la atacó a ella con clavándole una primera puñalada en la nuca, y luego la acostó en la colchoneta para terminar su macabro propósito. Estando indefensa la mujer procedió a apuñalarla 19 veces más hasta que la dejó completamente muerta”, agregó nuestra fuente judicial.
LA MUERTE DEL NIÑO SEBASTIÁN
Luego de asesinar a su mujer, el esquizofrénico individuo procedió a atacar al niño Sebastián de apenas 5 añitos de edad. El padre suicida lo atacó por la espalda y a la pobre criatura le perpetró cinco puñaladas lo que lo dejaron muerto en el instante.
“Esto es doloroso, pero es lo que hallamos en la escena del crimen, es dantesco ver a un niño, atacado a puñal de la manera como lo hizo su padre. Este hombre debió alcanzar un alto grado de esquizofrenia, mezclada con alcohol y mucha cocaína para haber actuado como lo hizo”, comento un funcionario judicial.
DESMIENTE FAMILIARIDAD
El director de la Aeronáutica Civil Colombiana Gustavo Alberto Lennis Garrido aclaró ayer mediante comunicado que el auxiliar de vuelo que trabajó en la empresa Avianca Alejandro Garrido Molina, autor de la muerte de su esposa e hijo , no tiene "filiación familiar alguna con el actual director" de la institución
La aclaración fue hecha por cuanto el suicida hace algo más de un año subió a Youtube un video en el que afirma ser familia del empresario Édgar Lenis Garrido, quien fue presidente de Avianca y hermano del actual director de la Aeronaútica.
SE CONOCIERON OTROS MENSAJES
Ayer se conocieron otros mensajes que Alejandro Garrido había anunciado en las redes sociales, en donde daba a conocer de sus propósitos.
Uno de ellos fue publicado a las 5:18 de la tarde del 28 de diciembre, en el que señalaba “que mundo más triste, cuántas personas sin ningún valor, sin palabra, sin moral, sin principios, sin verdad, sin decencia, sin prudencia, sin amor por los demás…”.
A las 7:53 de la noche del 24 de diciembre escribió que “la forma como llegas a este mundo no es tan importante como lo es la forma en que te vas”.
En sus palabras da la sanción que anunciaba esta tragedia, al decir que “hoy mi amor es para el triste, el melancólico, para los que están en duelo o se preparan para estarlo”.
También hizo referencia a los caminos de la vida, al indicar que “están los caminos con retorno y los caminos sin retorno. Tengan especial cuidado con aquellos caminos sin retorno, cuidado en reconocerlos y mucha seriedad en decidir seguirlos, porque de los caminos sin retorno hay dos: los que los llevan al cielo y los que los llevan al infierno”.
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