La mala hora recorrió algunos sectores de Cartagena. Solo entre las 7 de la noche del sábado y las 11 de la mañana de ayer, cuatro personas murieron tras ser víctimas de agresiones con armas de fuego (3), y arma blanca.
Las víctimas fueron agredidas en Ternera, Olaya Herrera, Henequén y El Pozón. El hecho más reciente ocurrió en este último barrio, en el que un sujeto asesinó a balazos a Ronald Cuadro Rodríguez, de 24 años. El presunto agresor fue capturado por la Policía, que evitó que la comunidad lo linchara.
El joven era albañil y vivía en el sector Ciudadela La Paz de El Pozón. Sus vecinos los describen como una buena persona. “Él no se metía con nadie, lo que si le gustaba era tomarse sus cervezas”, indicó un conocido. Ayer, poco antes de las 11 a.m., el joven salió de su hogar y se fue a una tienda que está a dos cuadras, en la calle La Cuchara. Se sentó en una silla plástica, en la terraza del negocio. Solo unos instantes después, dos sujetos en una moto llegaron.
El parrillero bajó, llegó a la terraza y tras tener de frente a Ronald sacó un arma y le dio varios balazos entre pecho y abdomen, matándolo en el acto. El presunto agresor quiso correr a donde lo esperaba su compinche en la moto, pero este lo abandonó porque varios vecinos llegaron a agredirlos. Dicen que el presunto sicario intentó dispararle a la turba que empezó a perseguirlo, pero el arma se le trabó.
A solo unos 20 metros lo alcanzaron y casi en la terraza de una iglesia cristiana, lo golpearon con piedras y palos. Se salvó de ser linchado porque policías llegaron y lo montaron en una patrulla, llevándolo a la Clínica Madre Bernarda, donde está grave y custodiado por uniformados. Se conoció que tiene antecedentes judiciales por hurto y la Policía confirmó que en los operativos inmovilizaron la moto en la iba el presunto verdugo. Otra versión deja ver que Cuadro conocía a su agresor y que departía con él, cuando luego de una discusión este le habría disparado. Todo ello lo investigan las autoridades.
Solo unas horas antes, a las 4:30 a.m. de ayer, los sicarios ya habían actuado en el sector Tanga Mojá, en Henequén. A esa hora, Luis Orlando De Ávila Rodríguez, de 20 años, caminaba por esa zona. Se dice que habría sido interceptado por dos sujetos, que también iban a pie. “Estábamos durmiendo y cuando sentimos fueron los dos balazos. Al salir, encontramos muerto al muchacho en mitad de la calle”, relató un vecino.
Quién le disparó al joven es un misterio, pero las autoridades investigan si se trata de un posible ajuste de cuentas. Se dice que el joven estaba metido en muchos problemas y ayer sus parientes llegaron a reclamar su cadáver en la morgue de Medicina Legal. “Para ustedes es un descanso, pero para mí tu muerte es una tristeza. Ya descansaron de mi hijo”, decía ayer entre lágrimas una tía de Luis. El joven no trabajaba y vivía en la invasión Mirador de Cartagena, cerca de donde lo ultimaron. Se conoció que tenía antecedentes judiciales por el delito de porte ilegal o tráfico de armas de fuego.
Noche oscura
Antes de los sucesos en Henequén y El Pozón, la muerte ya había rondado Ternera. El sábado, a las 7 de la noche, encontraron muerto en la casa en que vivía al pensionado de la Armada Nacional Eliécer Labiosa Machacón, de 65 años. El hombre mayor vivía solo y la Policía Metropolitana indicó que el viernes en la noche una mujer a la que tenía como inquilina llegó a la vivienda, pero encontró todo cerrado y se marchó al ver que no le abrían.
El sábado en la noche regresó, pero al notar que el pensionado no le abría y que de la casa salía un olor nauseabundo decidió llamar a la Policía. Uniformados atendieron el llamado y al entrar a la casa se encontraron con la tragedia.
Al hombre lo hallaron muerto en su cuarto, con dos heridas de arma blanca en el abdomen y dicen que tenía las manos atadas. Se cree que alguien a quien conocía y de confianza lo habría asesinado, pues en la vivienda todo estaba ordenado y la puerta no estaba forzada, igual que las ventanas. Por el estado de descomposición en el que estaba el cadáver, se cree que a Eliécer lo mataron hace unos cinco días. Hasta ahora se desconocen los móviles o autores del hecho.
Por último, está el caso de Cristian Berrío Cervantes, de 29 años, quien vivía en el callejón Román Herrera del Barrio Chino. Era albañil y se supo que hace unos 45 días se fue hasta un sector de Olaya Herrera, donde fue agredido. Le dieron dos balazos en el abdomen.
Una versión indica que sería un atracador quien lo baleó al intentar quitarle una moto. A Berrío lo llevaron al Hospital Universitario del Caribe y luego lo trasladaron a la Clínica Crecer, donde murió el sábado, a las 8 de la noche. Sus parientes no quisieron referirse al hecho.
Se conoció que en 2010 fue capturado por porte ilegal de armas de fuego y por eso estuvo en la Cárcel de Ternera. También tenía anotaciones por otros delitos.
Comentarios ()