No tuvieron chance de decidir. Algunas iban hacia la calidez y seguridad de sus hogares, mientras que otra trataba de encontrar una solución a un problema.
Ninguna de las cinco pudo llegar a su destino. Pues mientras se fiaban de ir a bordo de transportes seguros, fueron doblegadas y sometidas a lo que no querían: las violentaron sexualmente.
Esa es la historia de cinco mujeres, cuyos casos vieron la luz pública y causaron conmoción en Cartagena y Magangué. Lo particular es que en casi todos los casos los agresores timaron a sus víctimas, tomando la noche y la madrugada como sus aliadas.
El más reciente de los hechos ocurrió el domingo de la semana pasada, en la madrugada. Ese día, una venezolana de 22 años tomó un taxi en el Centro Histórico y le pidió al conductor que la llevara a Getsemaní. Iba a casa de unos parientes donde se quedaba.
Sin embargo, la joven contó a las autoridades que el sujeto la jaló por el cabello, la amenazó con un cuchillo y la llevó hasta inmediaciones de Bazurto, donde la habría violado. La joven denunció el hecho y fue valorada por peritos de Medicina Legal. Gracias a la información que dio, las autoridades hicieron un retrato hablado del agresor, que hace pocos días fue publicado en los medios de comunicación.
Algunos tienen dudas del testimonio de la joven, e incluso rumoran que esta sería trabajadora sexual. “Eso estamos tratando de averiguar y verificar. La doctrina dice que a pesar de que la persona tenga alguna condición que la haga vulnerable, eso no exime al Estado de proteger sus derechos. Indistintamente de la profesión de la persona, debemos proteger sus derechos. Porque si ella no lo autorizó, ese solo hecho es reprochable y pueden ser perseguidas estas personas que cometieron el delito”, indicó John Leider Ibáñez Ladino, jefe del CTI de la Fiscalía Seccional Bolívar.
Las autoridades buscan videos y elementos que los conlleven a identificar al taxista que estaría tras la agresión denunciada por la venezolana.
El 24 de julio pasado, un caso un tanto similar vivió otra extranjera. La joven, de 24 años y oriunda de España, llegó a Turbaco junto a su novio. Caminaban, pero luego decidieron coger mototaxis para llegar a Pasacaballos, de donde partirían hacia Barú. Eran las 11 de la noche y cada uno cogió una moto. Sin embargo, cuando iban llegando a Pasacaballos, el conductor de la moto en la que iba la española se desvió y cogió por una trocha. Allí, abusó sexualmente de la extranjera, aunque esta alcanzó a defenderse: tomó un pico de botella y cortó a su agresor en el abdomen, obligando a este a que huyera. La joven denunció el hecho y las autoridades realizaron un retrato hablado del agresor que fue publicado en los medios. Pese a ello, hasta ahora no aparece el delincuente.
Otra joven
A principios de este año, ocurrió un caso que fue muy mediático. El 22 de enero, una joven de 24 años salió de una discoteca en el sector de La Castellana. Tomó un taxi y le pidió al conductor que la llevara a su casa. Sin embargo, el sujeto se desvió del camino, la golpeó y la llevó hasta una trocha junto a la Vía del Mar, donde la dejó abandonada.
La joven sobrevivió al salvaje ataque y días después las autoridades capturaron a su agresor. Las indagaciones de las autoridades dejaron ver que, aunque no hubo acceso carnal violento, sí hubo intento.
Tras un proceso penal, el agresor terminó aceptando cargos por feminicidio agravado en grado de tentativa, secuestro simple y acceso carnal violento en grado de tentativa, por los que fue condenado a 18 años de cárcel.
Al mes siguiente, el 5 febrero de este año, otra mujer fue víctima de una agresión sexual. La madrugada de ese día, la víctima, de 32 años y quien estaba en embarazo, salió de su casa en Turbaco porque quería llegar a una estación de Policía a denunciar que su pareja quería agredirla a ella y a su hijo.
Cogió una mototaxi y el conductor se desvío del camino. La llevó a una trocha y la violó. En su momento, la Policía indicó que se tenía retrato hablado del agresor y que revisaban videos para detectar la placa de la moto y hallar al culpable.
Y un caso muy parecido ya había ocurrido el 23 de mayo de 2015 en Magangué. Ese día, una embarazada salió de una cita médica y le pidió a un mototaxista que la llevara a su casa.
Este se desvió del camino con engaños, llevó a su víctima a una trocha y allí abusó de esta.
El hombre huyó, pero meses después fue capturado y su foto salió en los medios. La embarazada lo reconoció, lo denunció y posteriormente fue condenado a 112 meses de prisión.
Aumento de denuncias
Y es que en los últimos meses, las denuncias por delitos sexuales han aumentado en Cartagena y Bolívar.
Precisamente, la Fiscalía Seccional Bolívar realizó una campaña, que se hizo entre el 28 de agosto y el primero de septiembre, para que las víctimas de violencia sexual que denunciaron sus casos en Cartagena llegaran a las instalaciones de la institución en Crespo.
El objetivo fue acelerar esos procesos y esclarecer los casos. Y para ello llegaron de Bogotá nueve profesionales, entre fiscales e investigadores judiciales. Se buscó acelerar 200 procesos que parecían estar estancados.
“Esta jornada se adelantó por una intervención ordenada por la delegada para la Seguridad Ciudadana a nivel central. Observaron que había un alto indice de denuncias por delitos sexuales ocurridas en Bolívar y especialmente en Cartagena. Se revisaron casos de menores y mayores de edad que fueron víctimas de delitos sexuales en todas sus modalidades, como abuso, acceso carnal violento y acceso con personas con incapacidad de resistirse”, indicó John Leider Ibáñez Ladino, jefe del CTI de la Fiscalía Seccional Bolívar.
El funcionario señaló que es muy importante la información que dan las víctimas de sus agresores, pues permite establecer las características de los abusadores. Y con ello es posible realizar retratos hablados de estos.
“Buscamos que a los retratos hablados se les haga toda la publicidad posible y que la ciudadanía aporte información para identificar y atrapar a los responsables. También hay un comité de recompensas para este tipo de casos”, puntualizó Ibáñez Ladino.
En cuanto a la presunta relación de conductores de servicio público con abusos denunciados recientemente, el secretario del Interior del Distrito, Fernando Niño, dijo en su momento que se estaba hablando con el gremio de taxistas en busca de que estos colaboraran con información, y que se están haciendo puestos de control para hacer requisas y revisión de antecedentes a conductores.
John Ibáñez Ladino también dijo que se ha conversado con taxistas que hacen parte de la red de apoyo a las autoridades.
“Esto se ha puesto en conocimiento de todas las personas que manejan la red de apoyo, pues todos debemos combatir los delitos sexuales. En los casos de extranjeros y foráneos, se ha tomado una especial atención. Este fenómeno afecta a la imagen de la ciudad turística. Los menores que son víctimas de estos delitos tienen prioridades en el proceso de atención y de investigación”, señaló Ibáñez Ladino.
“Somos más los taxistas buenos”
Félix Barrios, secretario de Derechos Humanos del sindicato de taxistas de Cartagena, dijo que él y sus colegas rechazan este tipo de agresiones que algunas mujeres han sufrido al tomar taxis, y pide disculpas en nombre del gremio. Señaló que las personas que han cometido estos actos ilícitos son taxistas ocasionales. “Un taxista profesional, que trabaja los 365 días del año y cuya familia depende de esta labor no realiza actos como esos. Somos más los buenos que los malos”, aseveró Barrios.
También indicó que el gremio está colaborando con las autoridades para evitar que ocurran agresiones contra mujeres.
“El Decreto 1047 emitido por la Presidencia se refiere a la seguridad social de los taxistas y la información de estos. Para esto se creó un software que contiene la información de los conductores, solo con digitar las placas del vehículo. Sin embargo, aquí ese software no funciona. Las autoridades de tránsito y las empresas afiliadoras de taxis no aportan información para este software, con el cual tendríamos identificados a cada uno de los taxistas, ajustados a la norma. Queremos ayudar y por eso solicitamos por escrito al alcalde de Cartagena una audiencia para hablar del tema y buscar soluciones. También hacemos pedimos a empresarios y administradores de taxis para que, antes de contratar a los conductores, revisen las hojas de vida de estos”, expresó Félix Barrios.
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