Un machete, un cuchillo y dos balas. Esas fueron las armas que llevaron el dolor a tres familias, teniendo como escenarios Cartagena, Turbaco y Arroyo Hondo.
En estas poblaciones, tres personas murieron tras las agresiones que sufrieron en medio de riñas aisladas. Las víctimas son: Ana Urfina Rudas Ortiz, de 44 años; José
Luis Causado Yépez, de 30; y José Alberto Mendoza Ortiz, de 21 años.
En cuanto al caso de José Causado, se conoció que vivía en la segunda calle del sector Ricaurte, en Olaya Herrera, con su mujer y sus dos hijos. Trabajaba como albañil y los suyos explican que hace más de dos años se peleó con un vecino, que vive a pocas casas de la suya.
“Eso fue una pelea de tragos. Estaban tomados y empezaron a discutir. El hombre sacó un cuchillo y lo iba a cortar, y por eso José se defendió, sacó un arma y le dio un tiro en una pierna. Por eso, el tipo ese dijo que tenía que matar a José, pero no pensamos que iba a ser así”, relató Shirley Causado, hermana del albañil.
Esta explicó que todo quedó así, pero el lío habría llegado a su tope el domingo, poco antes de las 7 de la noche.
“Mi hermano José salió de su casa caminando y a solo unas cuadras lo sorprendió el vecino con el que tenía el problema. Le dio un balazo en el pecho y cuando cayó lo remató con otro en la cabeza. A José lo llevamos al CAP de Olaya, pero ya estaba muerto. Su asesino huye”, contó Shirley Causado. La víctima era oriunda de Ovejas, Sucre, y hace muchos años vivía en Cartagena.
En lío de pandillas
Por otro lado, está la historia de José Alberto Mendoza. El joven residía junto con sus parientes en el sector La Mala Palabra, en Turbaco. La Policía Metropolitana de Cartagena indicó que el domingo, a las 10 de la noche, el joven hizo parte de una riña entre jóvenes de los barrios Media Tapa y San Pedro.
En medio de la reyerta, el joven recibió un salvaje ataque: le dieron un machetazo en la cabeza. Quedó inconsciente de inmediato y por eso amigos lo cargaron y llevaron al hospital local de Turbaco. Allí, los médicos confirmaron que ya estaba muerto. Sus parientes no quisieron referirse al hecho. La Policía confirmó que tenía una anotación judicial por el delito de daño en bien ajeno.
Sangre de su sangre
Por último, está el crimen de Ana Urfina Ruda Ortiz. Hay consternación en su pueblo natal, Arroyo Hondo (Bolívar), pues sería un hermano quien la habría matado.
La mujer era ama de casa y deja cuatro hijos. Dos de ellos, quienes fueron ayer a la morgue de Medicina Legal (en Cartagena), a reclamar su cadáver, contaron la trágica historia.
Según el testimonio, todo comenzó porque desde hace varios meses un hijo de Ana tenía una relación amorosa con la hija de su tío Javier Díaz Acosta (Ana lleva apellidos diferentes por una situación familiar). Dicen que el hombre estaba molesto y que había discutido con Ana varias veces, exigiéndole que hiciera todo lo posible para acabar la relación.
Cuentan que el domingo, a las 7 p.m., Ana salió de su casa con su marido a celebrar que el político con el que estaba había ganado en las elecciones. “Se fueron a una terraza a tomar y Javier se apareció borracho. Cogió un cuchillo y sin decir nada hirió a Ana dos veces en la espalda y luego en el abdomen. El marido de Ana intentó agredirlo, pero la gente que estaba ahí se metió y lo impidió. Luego él se fue y en el camino iba diciendo: ‘la puyé, la puyé’. Está huyendo”, relató un pariente del ama de casa. La mujer fue llevada al hospital de Calamar.
Los médicos trataron de estabilizarla, pero todos los esfuerzos fueron en vano y el ama de casa murió ante la gravedad de las lesiones.
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