En el sector Los Chinos del corregimiento de Puerto Badel (Arjona), veían constantemente a Rafael Alberto Guzmán Correa. Vecinos dicen que llegaba a ese sector a visitar a un amigo al que llaman ‘el Papo’, con el que varias veces lo vieron consumiendo licor.
Sin embargo, es poco lo que se sabe sobre el episodio que desencadenó un enfrentamiento entre los amigos, en el que Rafael llevó la peor parte: su amigo le habría dado un balazo que terminó por llevarlo a la muerte el martes en la noche.
La víctima vivía con una tía en la calle principal de Puerto Badel, a unos pasos del colegio del pueblo. “Se ganaba la vida como albañil o haciendo lo que le pusieran. Últimamente trabajaba los fines de semana como ayudante en un billar”, relató una prima de la víctima.
Rafael, de 23 años y el menor de 5 hermanos, salió el lunes a mediodía de su casa, aprovechando que ese día no tenía que trabajar. Dicen que llegó al sector Los Chinos de Badel y que entró a la casa de su amigo. Allí estuvo hasta la madrugada del martes, cuando le llegó la mala hora.
“Estaban en el patio tomando, pero no sabemos por qué empezaron a discutir”, dice un vecino. Presuntamente, el ‘Papo’ y otro joven con el que estaba este, habrían atacado a Rafael, quien recibió varias cuchilladas en un hombro y un balazo en el abdomen. Le dispararon con un arma de fabricación artesanal.
Allegados al herido notaron lo que pasaba y entraron a la humilde vivienda y lo auxiliaron, mientras que sus agresores huyeron. “A Rafael lo trajeron a la casa y lo pusieron en la sala. Estaba consciente, pero la ambulancia de Rocha, que es la que atiende en esta zona, demoró más de una hora en llegar. Rafael se levantó él mismo y subió. Lo llevaron al hospital de Arjona y de ahí a Cartagena, a la Clínica Madre Bernarda”, explica la prima de Guzmán Correa. Al baleado lo operaron de inmediato, pero los médicos no le dieron esperanzas a sus familiares. “La herida le afectó el hígado y los médicos nos dijeron que ahí no se podía hacer nada, que solo lo salvaba un milagro”, dijo otra familiar de la víctima.
Y el cálculo médico no falló. El martes, a las 10 p.m., Rafael murió en la Clínica Madre Bernarda, mientras que sus agresores están prófugos de la justicia. “Ese ‘Papo’ hace parte de una familia que llegó hace solo dos años a Puerto Badel. Llegaron huyendo de Cartagena, del barrio El Pozón. Ya todos se fueron”, concluyó la prima del difunto.
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