Un posible ajuste de cuentas, un lío por un negocio de un carro y un problema por la venta de un aire acondicionado. Esas son las hipótesis que rodean el asesinato de Cristian Laureano Ballesta Ibarra.
Ayer, a las 8 de la mañana, el hombre de 44 años fue baleado por un sicario mientras estaba dentro de su carro, en la calle Bolívar del barrio Bruselas.
Ballesta residía en una casa de dos pisos, frente a donde fue baleado. Vivía con su mujer y sus hijos y sus parientes explican que tenía un negocio de reparación y venta de acondicionadores de aire, en El Toril.
“Era un hombre trabajador y siempre salía temprano en su camioneta junto con su esposa. La llevaba a su trabajo y luego él se iba para su oficina en El Toril”, relató un cuñado de Cristian.
Ayer, a las 8 a.m., Ballesta Ibarra abordó su camioneta para ir a su trabajo, pero su esposa no lo acompañó porque este debía llevar primero una maquinaria y no le daba tiempo de llevarla.
Dos sujetos en una moto, que merodeaban el lugar desde hacía varios minutos, se aproximaron a la camioneta marca Mazda y el parrillero sacó una pistola. Se acercó al vehículo y disparó. Tres proyectiles atravesaron el vidrio frontal de la camioneta y terminaron contra la humanidad de Cristian. Dos se alojaron en su pecho y el otro en un brazo. El sicario huyó con su compinche, mientras que allegados de la víctima la sacaron del vehículo y a pie la llevaron a la Clínica Gestión Salud, que está a solo una cuadra del lugar donde ocurrió el ataque de los sicarios. Por desgracia, el hombre baleado llegó muerto al centro médico.
Por un lado, sus parientes dicen que hace un mes una mujer fue a la oficina de Ballesta y lo amenazó, porque decía que este le habría vendido un acondicionador de aire en mal estado. Por otro lado, la Policía Metropolitana indicó que el homicidio podría tener algo que ver con el negocio de la venta de un carro que hacía Cristian.
Además, la institución también maneja la hipótesis de un posible ajuste de cuentas, teniendo en cuenta que el difunto había tenido líos con la ley. Tenía dos anotaciones penales por el delito de concierto para delinquir, del 2013. Una por estafa en el 2010 y otra más por abuso de confianza en el 2009.
Comentarios ()