El pasado domingo Adalberto Rafael Herrera Díaz cumplió 37 años, pero no lo festejó como de costumbre al lado de su familia, sino que lo pasó encerrado en un calabozo en la Estación de Policía de Olaya Herrera.
A Herrera Díaz, soldador de oficio y mototaxista hace un año, lo capturaron el 7 de abril mientras tanqueaba su moto en una bomba de gasolina. Ese día, cuando le pidieron sus papeles en una requisa de rutina, la policía lo apresó por una orden de captura emitida en noviembre del 2016 por un crimen cometido en el año 2000 contra un chofer en el barrio San Francisco.
Dicha sentencia, proferida 16 años después del asesinato, fue emitida por el Juzgado Tercero Penal del Circuito de Cartagena contra tres sujetos, de los cuales uno era Adalberto Herrera Díaz apodado el ‘Negrito Albornoz’ y sin número de cédula.
Por esa mala coincidencia, según los familiares del capturado, ahora está sufriendo un hombre inocente, padre de dos hijos pequeños y quien nunca ha tenido problemas con la justicia. De hecho, cuando ocurrió el crimen, él no vivía en Cartagena sino en su pueblo natal, San Jacinto y cursaba último grado de bachillerato.
HABLAN LOS FAMILIARES
Hoy se completan 12 días de aprehensión para Adalberto. Su esposa, madre, hijos y demás allegados no pierden la fe y ansían el momento de tenerlo libre. Para ellos, estas dos últimas semanas han sido de completa angustia porque él es el sustento del hogar. Han tenido que prestar dinero para la comida y, dice la esposa, hipotecaron una casa familiar para pagarle al abogado que lleva el proceso. Ayer, los dos hijos no fueron al colegio por falta de recursos. Si sale libre como esperan, harán una demanda al Estado por los perjuicios.
“No tienen pruebas ni nada que lo vincule con ese crimen. Además, por las características físicas tampoco es él, él es trigueño y el que se llama como él es moreno, por eso le decían el ‘Negrito Albornoz’. Nosotros no sabemos quién es, si está vivo, muerto o huyendo, eso es problema de la justicia, nosotros lo que queremos es tener de vuelta a mi esposo que es un hombre bueno”, señaló Julis Paola Alean desde su casa en el barrio San Fernando.
Por su parte, Aracelis Díaz, madre de Adalberto, aseguró: “Mi hijo no va a pagar una condena por algo que no hizo. El abogado penalista nos ha dado muchas esperanzas, ojalá que en estos días le den la libertad, mis nietos y todos nosotros estamos sufriendo mucho, especialmente él allá encerrado en ese calabozo”.
LA HISTORIA DEL ASESINATO
Q’hubo buscó en los archivos del año 2000 y encontró el crimen en mención. La víctima fue Blas Caballero, un conductor de bus de 40 años que recibió un disparo en el pecho en el sector El Wio de San Francisco por delincuentes que le quitaron el producido del día. Ocurrió en la noche del 25 de febrero.
En su momento, los testigos señalaron a ‘El Deivys’, ‘Juan Carlos el Faltón’, ‘Alex el Ojón’ y el ‘Negrito Albornoz’ como responsables. Según el reporte, eran reconocidos en San Francisco como atracadores.
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