Con sólo 17 años, esta joven cartagenera que culmina sus estudios de bachillerato, escribe su primer poemario titulado Suspiros. Junto a su trabajo creativo, confiesa que ha escrito un ensayo investigativo sobre los diversos movimientos de la poesía colombiana.
Le sorprenden la voz y el tono de poetas como Luis Vidales, Jorge Zalamea, Raúl Gómez Jattin, Juan Manuel Roca, María Mercedes Carranza, entre otros.
“Empecé a escribir poesía hace aproximadamente tres años”, dice en la presentación de su libro. “Antes de que la poesía apareciera en mi vida jamás había experimentado esas ansias y esa necesidad características de una adicción que experimento hoy por la escritura”.
“Todavía no estoy segura de qué fue lo que me hizo escribir mi primer poema. Aunque lo recuerdo como el despertar repentino de una inspiración insoportable de la cual necesitaba deshacerme, a veces pienso que fue tal vez una fuga masiva de sentimientos reprimidos y palabras encarceladas que jamás habían salido de mi boca. Dicha creencia nace del hecho de que siempre he tenido cierta dificultad para expresar mis sentimientos de manera verbal.
La poesía es, en mi vida, el desahogo de todo lo que siento y soy incapaz de hablar. Es mi aliada en momentos de tristeza, mi seguridad en momentos de inseguridad, mi compañía en momentos de soledad, mi celebración en momentos de júbilo. Es, sin lugar a dudas, un elemento que ha llegado a mi vida no sólo para hacer parte de ella, sino para completarme”.
Piedra
No quiero escribir
Pero qué más hacer
La desesperación
No me deja dormir
Es el borde del abismo
Me agobia este vacío
Me atosiga ya la vida
Ya ni sé qué estoy sintiendo
Y me hace y me deshace
Mientras arde, me congela
Me divierte pero aburre
Me da sueño y me desvela
Nada llena
Nada alegra
Se me ha ido la esperanza
Nada sirve
Es inútil
Todo es poco y ya ni escucho
De la astucia nada queda
He quedado más que ciega
No hay estrategias
No hay distracciones
No se me ocurren soluciones
Nada llena, nada alegra
Se me ha ido la esperanza
Poco a poco he descubierto
Que aunque quiera
No soy piedra
Cenar el cielo
Masticar el cielo en esta noche es necesario
Quiero obsequiarte
una por una
las estrellas
Ver cómo las miras deslumbrándose en mis labios
Sentir tu dulce beso
cálido
en el alma
Anhelo que inhales este beso tan deseado
y encantado
como así lo siento
tú lo anheles
Saborear con las manos la fragancia de tu piel
Bailar la melodía que encadena tu mirada
Masticar el cielo en esta noche es necesario
quiero obsequiarte
una por una
las estrellas
Mas no sé si también
junto a ti
pueda observarlas
Las estrellas que yo veo esta noche
están en ti
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