Carlinhos Brown: Un fenómeno musical

Carlinhos Brown (Bahía, 1964), dice que al salir por las calles de Cartagena ha saludado a alguien en bantú como si estuviera en África o en su propia Bahía, y le han respondido con un abrazo.
“Cada vez que quiero regresar a África sólo tengo que entrar al Caribe”, me dice. Desde el vitral del restaurante del Hotel Capilla del Mar donde se aloja, se ve el mar bajo las nubes dispersas de la ciudad. “Al salir a la calle les hablé en bantú a muchos transeúntes que me saludaron y ellos parecieron entenderme. Siempre he creído que podemos vivir en lugares distantes y apartados, pero no lejos el uno del otro”.
El ser que me habla es Antonio Carlos Santos de Freitas, cuyo nombre artístico es  Carlinhos Brown (Bahía, 1964), nominado al Óscar por "Real in Rio" en la categoría a mejor canción original. Esta canción  es la banda sonora de la película de animación "Rio", que compuso en colaboración con Sergio Mendes y Siedah Garrett.
Su nombre artístico evoca a Henry "Box" Brown, un esclavo afroamericano que encontró la libertad de manera inusual al ser enviado por correo dentro de una caja de madera a un estado abolicionista. Su carácter se parece a ese ser que busca la libertad de los suyos, y busca desarmar espíritus violentados con el conjuro de la música: instrumentos musicales desterrando armas de fuego. A través de Candyall Gueto Square y la escuela de música Pracatum, este artista ha generado un movimiento ejemplar en su barriada y en su país. Logró sacarle música a los cubos de basura y baldes de agua. Los muchachos pandilleros empezaron a reemplazar sus pistolas por la música.
Su trayectoria musical es contundente y providencial. Es algo más que un cantante, un percusionista,  compositor y productor brasileño. Es un humanista que ha puesto la música al servicio de causas sociales, de transmutación de la pobreza y la violencia en música. En 2005  ganó un premio Goya, por la canción "Zambie mameto", del documental "El milagro de Candeal". Su obra musical ha merecido tres nominaciones al Grammy Latino. Es un inventor de iniciativas musicales que involucran a las comunidades que han sido víctimas de exclusiones, miseria, violencia, etc. Creó Timbalada y el espacio musical llamado Candyall Gueto Square, el Estudio Ilha dos Sapos, el Trío Eléctrico Camarote Andante y la Asociación de Acción Social Pracatum.


¿Cómo ha sido su experiencia social con la música y de qué manera ha permeado su creación artística?
—Mire, yo no estoy aquí en Cartagena porque sea o me crea una estrella. La música es un servicio. El que hace los zapatos también se nutre de la música y el jugador de fútbol también del zapatero y del músico. Esa es mi visión de servicio que tengo del arte. El protagonista no es el arte ni el artista, sino la comunidad. Para mí la música necesita nacer en espacios y conciencias limpias. El corazón y la mente tienen que estar libres para la música. Tener pensamientos de libertad para llegar a los corazones buenos. Hay corazones buenos que no han tenido buenas oportunidades. Los desórdenes en la sociedad son provocados por políticas equivocadas y proteccionistas. No hay disculpas para la pobreza y la miseria en el mundo. Hoy es impensable la esclavitud. Hay que transformar los errores y los odios humanos. La vida no es un carnaval. Hay una responsabilidad social y el artista debe comprender que lo importante es el ser humano. El músico no puede estar al margen de esa realidad.
¿Qué le significa ser nominado al Óscar?
—Los premios son la fuerza de lo  colectivo, uno es como el jugador de fútbol pero su individualidad no es lo más importante sino la presencia de todo un equipo. Es también la capacidad de mayor colaboración entre los seres humanos, para un proyecto mundial.

¿Cómo es su relación entre letra y melodía?
—Las palabras son profanas, mientras que las melodías son sagradas. Las palabras han sido creadas para la comunicación entre los hombres. La melodía es siempre poesía, como un mensaje de los ángeles. La música brota como el mar, como la lluvia, como la floresta. Así es mi concepción de la música.

¿Qué piensa de las fusiones musicales?
—No se puede fusionar lo que ya ha sido fusionado. No puedo hablar de música de mi país: de Brasil o Colombia. La música es una sola. Una guitarra suena a bossa nova, a flamenco y a música latina. Si usted escucha a Sangalo y a Shakira, las dos están dotadas de alegría.

Pienso en el verso de Casimiro de Britto al verlo allí jugando con el pie suelto fuera de una de sus sandalias: “Sólo podrás agarrar el mundo si tienes las manos vacías”. El que nació en una barriada pobre de Bahía ha llenado sus manos que desde niño tocaban los pequeños tambores y ha irradiado su música contagiosa por el mundo.
“Estoy impactado con Cartagena de Indias y su enorme parecido con Bahía”, dice. Es una de las sorpresas humanas y artísticas de Hay Festival Cartagena 2012.

Señales
En la década de los 90  lideró el grupo Timbalada, con más de 100 percusionistas y cantantes y los "timbaleiros", la gran mayoría jóvenes pobres del barrio de Candeal donde nació.
Grabó ocho CD e hizo giras por varios países del mundo. En 1993 fue descrito por la Revista Billboard como "el mejor CD producido en América Latina".
Debido al éxito de Timbalada lanzó en 1996 los discos "Alfagamabetizado" y "Omelete Man", donde actuó como cantante, compositor e instrumentista. Su música formó parte también del fenómeno musical de Bahía conocido como Axé, y su participación en el Carnaval de Salvador en los trios eléctricos junto a la banda Timbalada, es un fenómeno popular.
La película de Fernando Trueba -y CD paralelo- "El milagro de Candeal", reafirmó la fama mundial de este artista. El documental obtuvo 2 premios Goya de la Academia de cine español en enero de 2005; no sólo al mejor documental; también fue condecorado con el Goya a la mejor Banda Sonora Original.