De manera lamentable para algunas cosas, el tiempo va muy rápido, es el caso de las obras de infraestructura que se donarían a la ciudad como conmemoración del BICENTENARIO de la Independencia. Una de las obras que se hubiesen dado es el rescate del antiguo Revellín o también conocida como la Puerta de Tierra de la Media Luna. Del primitivo puente en madera de Heredia pasó a ser una fortificación de avanzada hecha en piedra a flor de agua, con una tenaza, tres fosos uno de los cuales poseía un puente levadizo cuya puerta hasta ya bien entrada la república se cerraba al anochecer y se abría antes de salir el sol y en su centro esta estructura tenía una plataforma artillada con un paso estrecho. Este Revellín construido hacia 1633 tenía la finalidad de defender a Getsemaní, además estaba protegido por el gran baluarte de San Antonio de la Media Luna por su forma y a sus lados los medios baluartes de Santa Teresa y Santa Bárbara que aún queda algo de ellos. Por este puente y por la puerta de la Media Luna se transportaba en ambos sentidos la guarnición que defendía en tiempos de conflicto, el Fuerte de San Felipe y Getsemaní. Pero también por allí entraba la mercancía que alimentaba en gran parte a la ciudad amurallada. Así esta estructura resiste todo, hasta que entre 1895-1900 se demuele el baluarte de San Antonio con 21 troneras y con igual número de cañones para facilitar la entrada y salidas de carros, coches y demás móviles que antes se aglomeraban en uno de los extremos del paso del Revellín, más tarde llamado el Corralón de Mainero. En una imagen adjunta con fecha de 1891 se observa el Revellín intacto lo mismo el baluarte y los medio baluartes y todo tal cual lo hemos narrado. El otra imagen ya de 1897 se muestra la demolición del baluarte y como el escombro es ubicado sobre el Revellín para cubrirlo y hacer un puente más amplio. Y la tercera de 1912, muestra ya el Revellín cubierto y la estructura hecha puente y embellecida llamando en su momento Paseo de Heredia por haber la intención de colocar por allí la estatua del fundador. Esta obra fue trabajada entre otros por el maestro Joaquín Nicasio Caballero Rivas, getsemanisence y asistente de Luis Felipe Jaspe Franco en muchas reformas de la ciudad. Más tarde ese paseo terminó en una calzada que llega hasta nuestros días. Hacia 1992 se realizan unas exploraciones arqueológicas dirigidas por el arquitecto Fidias Álvarez Marín y de las cuales fui testigo. Allí se hallaron las puntas o tenazas del Revellín y mucho más. Sabemos que hay incrédulos, no hay que hablar sin saber, exploremos nuevamente y rescatemos en gran parte este complejo fortificado del siglo XVII, único ejemplar de su especie dejado por los ingenieros militares hispanos, es responsabilidad de nosotros lo que hagamos con él o si lo destruimos para hacer un puente nuevo, después no pregunten porque le quieren quitar el título a Cartagena de Patrimonio Histórico y Cultural. La Fototeca Histórica de Cartagena - Getsemaní Calle del Guerrero Nº 29-02
Revista dominical
Del Revellín al Puente de Heredia
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