Esta vez, la historia del Almirante Gabriel Arango Bacci, protagoniza un libro investigativo cuya realidad no requiere de ficciones: es la desmesura de la otra guerra que ha asolado a los colombianos: la calumnia como otra forma de la corrupción en la nación colombiana. La historia en sí misma también ha sido contada en la literatura del absurdo, en las manos de Franz Kafka (si hubiera sido colombiano, sería cronista).
El abogado Hernando de la Rosa Anaya, publica su Opera Prima: Tras las huellas del Almirante. El caso Arango Bacci, publicado por Ediciones B, una de las novedades de la reciente Feria del Libro de Bogotá. No se trata de un libro de crónica ni un texto que pretenda ser literario. Es un documento clarificador de un hecho periodístico, resultado de una intensa investigación con pruebas y anexos.
¿Cuál fue el momento más difícil en la escritura e investigación de su libro?
Los primeros meses, después que el Almirante me comunicó su deseo de que yo escribiera todo esa etapa tan triste de su vida donde unos desalmados lo involucraron con mentiras y calumnias en la comisión de hechos fuera de la ley. Hubo ofrecimientos de patrocinio para el libro que nunca se dieron y fueron tres meses de apuros económicos porque todo el proceso de investigación, entrevistas, viajes, requerían de fondos que ni el Almirante ni yo teníamos. No obstante eso nos animó a seguir adelante con el proyecto y dedicarnos de lleno con un equipo asesor y la valiosa colaboración de los Arango Jiménez contándonos sus vivencias, a dedicarle casi 18 horas diarias a diseñar la temática y a escribirla.
¿Qué valores y principios destaca en el perfil humano de Gabriel Arango Bacci?
Muchos. Desde la primera vez que lo vi en televisión refiriéndose a la injusticia a la que estaba siendo sometido me dije "este hombre es inocente". Fuera de todo sentimiento influido por mi propia sensibilidad; su rostro, sus gestos, su voz afirmativa en su propia defensa era la más clara comprobación de que no era culpable. Sin ser amigos cercanos, sabía de su hombría de bien, de sus ejecutorias como oficial y de la capacidad administrativa que había mostrado al frente de los Juegos Centro Americanos y del Caribe. Luego cuando comenzamos a reunirnos en forma casi que permanente con él, con Catalina y sus hijos, comencé a conocer algo que me llenó de intima satisfacción: la unidad familiar. El afecto incólume de todos ellos que salió fortalecido de semejante prueba.
¿Qué actos y gestos del almirante considera usted que fueron de excesiva confianza (como se dice vulgarmente "dieron papaya"), a los creativos de montajes para calumniarlo?
En el libro yo pretendo adentrarme en aspectos humanos de quienes armaron esa trama contra él. No creo que eso de "dar papaya" sea la causa de que la bajeza humana cometa actos como los que se narran en el libro y que señalo con nombres propios. Los que se asociaron para delinquir, porque no de otra forma se puede calificar la actitud de algunos de ellos, lo hacían con conocimiento de causa y con la intención premeditada de hacer daño. El Almirante nunca dio motivos distintos a la probidad y defensa de principios como el honor y la tradición, emblema de la ENAP, que le son tan caros y que son una tradición familiar. Quizá esa sea la "papaya" que motivo la envidia y celos de quien encabezó la conspiración, de quien se aprovechó de ella, de quien rindió un informe de operación naval errado para condenar a un inocente y de un peón sin moral que se prestó a la farsa a cambio de un futuro e inmerecido ascenso.
¿Qué piensa de la justicia colombiana a propósito del caso Arango Bacci? ¿Cómo reparar un perjuicio moral y un daño al ser humano?
La justicia colombiana pese al fallo absolutorio en favor del Almirante Arango Bacci fue el que debía ser. Todo lo que inicialmente presentó la Fiscalía no solamente fue desvirtuado por la defensa sino por la realidad de una inocencia incontrovertible. No obstante, por mis estudios de Derecho, sigo creyendo que nuestra justicia es muy imperfecta, es ineficiente, lenta, ineficaz en algunos casos.
¿Cree que aún es posible que el almirante recobre su sitial en la Armada y se cierre un capítulo bochornoso en la historia nacional?
La Justicia falló y confirmo su inocencia, lo que queda pendiente es que el Ejecutivo obre en consecuencia y le restablezca el honor militar violentado injustamente por culpa de unos desalmados mentales. Ya un Presidente que sabia que era inocente no lo hizo, ahora le corresponde al que ejerce actualmente la Jefatura del Estado y el Comando en Jefe de las FFMM hacerlo. En el lanzamiento en Bogotá le pedí al Presidente Juan Manuel Santos, de quien tanto se dice que estuvo en la Armada, dos años únicamente, que le devolviera a los hijos del Almirante la satisfacción de ver que su padre le restituyen el honor que le arrebataron en forma sucia.
Arango que estuvo muchos mas que dos año, pues fueron 36, merece ser reintegrado con el rango que le corresponde: Almirante de Escuadra, de tres soles.
¿Cuál cree usted que es el germen de la corrupción, la otra guerra de Colombia?
La más grave y así siempre lo he manifestado pues de ella hacen parte muchos de todos los sectores de la nación. Privados y Públicos. Es el desangre continuo y constante de nuestrs recursos.El origen es diverso: ambiciones desenfrenadas, vanidades , falta de escrúpulos , y el poder, gozar teniendo poder que es una bacteria que carcome el espíritu.
¿Qué otros proyectos editoriales tiene usted como escritor e investigador?
Uno similar al del Almirante Arango Bacci que le sucedió a un General (r) hace unos años que pese a su carrera igualmente brillante se la cortaron por cuenta de intrigas de aqui y de allá, y el caso de dos personajes que pese a ser inocentes fueron involucrados en el caso Dragacol a quienes después de 11 años de penalidades y prisiones les comprobaron su no culpabilidad.
El otro es uno que comprueba eso de la corrupción en materia de contratos estatales en infraestructura al mas alto nivel "cacaotero". Los que se ganan los que yo denomino "los otros Nule" , aquellos beneficiaros de adjudicacion de licitaciones, por amistades presidenciales, por apoyos reeleccionistas pero que no necesitan robarse los anticipos pues su liquidez producto de adiciones de otros contractos y utilidades ilimitadas del sector financiero que controlan, les facilitan otros procedimientos y mnecanismos para ser beneficiarios de esos "privilegios"
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