Lo afro en el arte de Cartagena

Intentar retratar la estética de los afrodescendientes es lo común de esta magnífica obra. Líneas del rostro, del cuerpo y del cabello duro, rucho o cuscús, como dicen en las barriadas cartageneras: ochocientos ochenta, dicen con humor. Retratos expresivos. Líneas que trazan un mapa en la zona capilar. Pero que no se queda en la epidermis.
Estos tres jóvenes dibujantes cartageneros: Elder Polo Rivera, Richard Pérez Torres y Alexander Osorio, muy cerca de graduarse en Artes Plásticas en la Institución Universitaria Bellas Artes y Ciencias de Bolívar, han logrado forjar una serie sostenida y matizada, preludio de una obra artística de alto aliento. Lo afro no puede quedarse en la orilla y en la epidermis. Hay que indagar en el alma, en las profundidades del ser afrodescendiente que lo reconcilian con el ser humano planetario. El riesgo local de ese discurso es limitarse al color y descuidar el estudio estético y ético de la cultura africana en América. Y proyectarlo de la región al mundo.
Es una señal positiva que estos jóvenes creadores, de manera coherente y disciplinada, hayan decidido integrarse para el proyecto común de Identidades prietas, que aspiran a socializar en noviembre de este año, dentro de la fecha coyuntural del Bicentenario de la Independencia de Cartagena.
Dominical escuchó las voces de los tres:
Richard Pérez: “La propuesta busca comunicar una realidad de vida, en la manera en la que el afrodescendiente percibe su relación con personas de otros grupos étnicos. Establecer un autoreconocimiento en la conciencia del afro, restaurar tejidos en la cultura cartagenera”.
Alexander Osorio: “Intento reflexionar a través del dibujo y transgredir de manera sublime a través del tiempo. Lo que en realidad para mí y para muchas otras personas debió ser representado dentro de un marco histórico, sin discriminaciones algunas, a través de la etnia”.
Elder Polo Rivera: “Una de las proyecciones para mí de esta propuesta es que logre a nivel colectivo, un pensamiento de reflexión sobre lo que somos y tenemos, y cómo podemos proyectarnos a nivel social a manera de registro que perdure en la memoria, que propicie una sanación de tejidos en conflicto”.