Regresó a su ciudad natal con una maleta de sorpresas: el arte atesorado a lo largo de tantos años y el fruto de sus estudios de las culturas indígenas. El pasado semestre exhibió una serie de obras al óleo, denominada Esencia, en el Museo Histórico de Cartagena, en la que demostró su destreza para el dibujo y la pintura. Su vocación ha sido atrapar instantes en la comunidad indígena wayúu, zenú, kogui, embera katío, entre otras. Sus pinturas reflejan la cosmogonía de unas manos que tejen la tradición en un sombrero, en una hamaca, en una mochila, e intimismo de las culturas ancestrales con la mirada centrada en la naturaleza y en la percepción de que la tierra es una madre viviente que guarda sus secretos y reclama por los pasos no siempre acertados de los seres humanos.
No todo lo resuelve de manera figurativa. La artista tiene pinceladas desenvueltas que la reconcilian con la libertad sorpresiva de los colores mezclados y complementarios, que aportan atmósfera y sentido a sus obras. Se detiene a pintar las manos de la indígena que teje, los colores que trenzan una imagen del universo y la existencia humana, la vegetación exuberante, los códigos culturales que perviven en una mochila, la memoria cifrada en una trenza de caña flecha.
Ese sentido de lo sagrado sedujo a la artista Marlene Pombo, cuyo retorno a su tierra, es la confirmación de que ha llevado consigo el espíritu de Cartagena y la esencia colombiana. Vivió muchos años en Bogotá y luego en los Estados Unidos. Es Delineante de Arquitectura y estudió pintura al óleo en varios talleres de artistas colombianos. Residió por ocho años en la ciudad de Pembroke Pines, Florida (United States) y actualmente está radicada en su ciudad, luego de una ausencia de cuatro décadas.
Ha realizado más de cuarenta exhibiciones internacionales, contando dentro de ellas con trece exhibiciones individuales, en galerías en Bogotá y otras ciudades de Colombia y en el exterior en: Buenos Aires (Argentina), Córdoba (España) y en Estados Unidos en ciudades como Miami, Coral Gables(Consulado de Colombia) Atlanta, Coconut Creek, Ft.Lauderdale, El Doral, Pembroke Pines, Weston y Charlotte.
Ha tenido un gran reconocimiento, premiaciones en concursos de Arte y varias publicaciones en revistas y prensa en Estados Unidos. Su obra es fruto de un trabajo investigativo etnográfico en la que se abraza con los orígenes de nuestra cultura. Su retorno es también la exigencia de culminación de sus estudios en la Escuela de Bellas Artes de Cartagena. Se ha reencontrado con viejos amigos y maestros y una nueva generación de artistas que traza nuevos rumbos a la vida creativa de Cartagena. Los que no conocían su obra han recibido una gran sorpresa: la familia indígena captada por Marlene Pombo. Su vocación ha encontrado en estas obras una depuración de los colores y las formas.
Comentarios ()