Una de vaqueros

Roman Gubern, en su libro Historia del cine, da cuenta de la élite cultural parisina que pretendió sacar la experiencia fílmica del circo y del arrabal.
En 1908 una familia de banqueros, los Lafitte, fundaron la productora Film d’Art; recurrieron a los grandes temas del teatro y la literatura y a los encopetados actores de la Comédie Française.
En la práctica, los Lafitte, hicieron teatro filmado de autores como Homero, Dickens, Shakespeare, Goethe, Zola y Molière. Entre tanto, un puñado de inmigrantes casi iletrados y judíos en su mayoría, se refugiaban en un remoto pueblo llamado Hollywood.
Allí descubrieron la vitalidad de las anchas praderas. En su lejano resguardo Adolf Zukor creó la Paramount; Carl Laemmle creó la Universal; Wilhem Fuch, conocido como William Fox, crea una productora con su apellido de inmigrante; los hermanos Warner, crean otra famosa productora; y, Samuel Goldfish crea la Metro – Golden- Mayer. Huían de la guerra de patentes que impuso el implacable Thomas Alba Edinson.
El cine parisino, se petrificó en su lenguaje; no obstante, inventaron la figura de la diva, la estrella, el modelo de culto con Sarah Bernhardt quien triunfa en todo el mundo.
En América el cine forja su expresión, creando un código y un pacto social capaz de transformar un público de mentalidad pre – cinematográfica, a uno de mentalidad cinematográfica. Allí aparece el género rey: el western. Primero fue Edwin S. Porter con Asalto y robo de un tren (1903), con innovaciones de cámara y montaje.
El western nacía como epopeya visual. Para inicios de los años veinte el director Thomas Harper Ince comprendió que el cine es acción y para ello creo el personaje de Río Jim, que competía con las aventuras de Tom Mix. Elementos recurrentes temáticos, son: el bueno, el villano, el sheriff, la chica, la prostituta, el rancho, la estampida, el salón, el duelo y los indios.
El género se consolida en 1939 con La Diligencia de John Ford (Imperdible: http://www.youtube.com/watch?v=SM4A_dFX3sc) 
De ahí, el western deviene en  tratamientos dramáticos que lo aproximan a la política, la sicología, el ensayo social, el homosexualismo, la guerra fría, la ciencia ficción. El western clásico es retomado en su variante europea, el spaguetti western. Al respecto, este imperdible documental: Sin Piedad (http://www.youtube.com/watch?v=x2lbeeg45QQ).
La insospechada aventura entre la necesidad, la creatividad y el gusto fílmico planetario alrededor de una de vaqueros.

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