Hace dos semanas en el Teatro Heredia estrenaron “A mi ciudad,” una obra basada en los poemas del cartagenero Luis Carlos López; ayer en su sede de Caza Teatro, presentaron a Mandragora Circo, un grupo de Argentina.De lunes a sábado dictan talleres de narración oral, y organizan diferentes actividades lúdicas para niños.
Permanentemente, invitan a colectivos nacionales o del exterior para que actúen en su casa del sector El Toril en el Pie de la Popa.
Alberto Borja y Dora Malo, actores de profesión, siempre están en eso, en constante cacería de espectáculos alrededor de la actuación y la cuentería, muchas de las cuales se hacen de manera gratuitas para el público.
Caza Teatro, el sitio que Alberto y Dora crearon tiene ahora 45 puestos, cortinas negras que rodean la sala y un sencillo juego de luces que permiten iluminar al antojo del artista.
El ambiente es cómodo e íntimo. Hace cinco años cuando todo empezó, muchas de estas condiciones de trabajo no las tenían, solo era una idea que querían desarrollar.
La historia de cómo Alberto y Dora crearon la sala se remonta al regreso de una gira internacional, y después de una visita a Medellín.
Allí, se terminaron de convencer que era más común de lo que creían que existieran espacios pequeños donde el público podía disfrutar de actividades artísticas, y además, recibir, si estaban organizados, el apoyo del Distrito y del Ministerio de Cultura.
“Después de experimentar con varios proyectos decidimos empezar en nuestra casa. No éramos los únicos. Este esfuerzo de abrir espacios en la ciudad no era nuevo. Con nuestro amigo catedrático y hombre de teatro Jaime Díaz lo intentamos en el Museo de Arte Moderno. Por su parte, el teatrero Carlos Ramírez también abrió un sitio. El actor Alberto Llerena, y muchos otros, crearon su sede. Algunos de ellos no pudieron continuar por los altos costos y el sacrificio que significaba mantener una programación permanente. Pensando en eso, y mirando las posibilidades, y la experiencia de colegas en otras ciudades, decidimos lanzarnos a utilizar nuestra casa. Fue así que empezamos hacer remodelaciones y asesorarnos. Eso fue hace 5 años. Las cosas no han sido fáciles, pero sentimos que todo ha sido un éxito, seguimos madurando y mejorando el proyecto”, cuenta Dora, quien desde que empezó Casa Teatro se ha encargado de la parte administrativa.
Ahora, el promedio mensual de asistentes a Caza Teatro aumentó considerablemente, la casa que antes habitaban cuatro personas, Dora, Alberto y sus hijos Clary y Rodrigo, se convirtió en una sala que tiene su dinámica propia y que se ha convertido en un punto de encuentro cultural de la ciudad y en un escenario ideal para disfrutar del teatro, cuentería, música y cine, entre otras expresiones artísticas,
“La cantidad de niños que asisten a la sede nos da un panorama limitado de las pocas opciones lúdicas recreativas que ellos tienen en Cartagena. A la sede los niños llegan permanentemente y preguntan por la programación; las actividades que se diseñan para ellos son gratuitas.
La familia y el teatro
A pesar de los muchos intentos por mantener independiente su vida profesional de la familiar, sus hijos, Clary y Rodrigo, terminaron por involucrarse en Caza Teatro de manera voluntaria.
Fue imposible para ellos marginarse de lo que sus padres habían empezado a construir y que poco a poco fue tomando forma.
“Ellos han tratado de no involucrarse en la actuación, pero al final siempre terminan por hacer parte de los montajes que hacemos. Ellos admiran mucho nuestro trabajo y se han vinculado en la parte administrativa y artística. Ambos hacen logística. Clary, como es estudiante de comunicación es la encargada de apoyar la difusión, y también presenta. Rodrigo, trabaja en la parte de diseño y técnica de los espectáculos. Si ellos deciden ser actores, nosotros estaríamos dichosos porque somos inmensamente felices con lo que hacemos, Pero respetamos su libertad para escoger qué hacer en la vida”, agrega Dora.
Homenaje a
David Sánchez Juliao
A pesar de sus más de 30 años deambulando por las esquinas de los barrios y los escenarios del país, El Flecha y El Pachanga se resisten a desactualizarse.
Estos personajes eran las creaciones más mimadas del recién fallecido escritor David Sánchez Juliao. Y quienes además sirvieron de inspiraron a Caza Teatro para organizarle un homenaje en Cuentiarte, un evento que se viene fortaleciendo desde su creación y que actualmente empieza a ser un referente en los festivales de cuentería del Caribe.
El Festival, que reúne en esta ocasión a más de 8 cuenteros, se realizará del 14 al 17 de diciembre y tiene como acto central una adaptación hecha por el director artístico del evento, Alberto Borja, en la cual se revive y actualiza al “Pachanga” y al “Flecha”.
“El Festival empezó con la idea de traer cuenteros de muchas regiones con el fin de popularizar el arte de contar en vivo historias en la ciudad, y gracias a este evento estamos seguros que hemos aportado a desarrollar esta actividad en la Cartagena.
“Este año nos sentimos obligados a hacer el homenaje porque estamos comprometidos con la cuentería en Cartagena y con David Sánchez Juliao porque fue el primero en masificar el arte de contar cuentos con las grabaciones de los audio casete que grabó a finales de los 70. Además, él es un valor nuestro, Caribe”, explica.
Cuentiarte cuenta con el apoyo y respaldo del Instituto de Patrimonio y Cultura de Cartagena, el Fondo Mixto para las artes y la Cultura de Cartagena, y UDC Radio
El tuerto López
Recientemente y en el Teatro Heredia, Alberto y Dora presentaron uno de los montajes más importantes que se hayan hecho en la ciudad en los últimos años.
Se trata de una obra que tiene como eje central los poemas del poeta el “Tuerto López”. Con base en un personaje, el espectador va descubriendo y repasando con mucha sutileza sus versos.
“Lo del Luis Carlos López es una de las casualidades bellas que nos pone Dios en el camino. Surtigás es uno de nuestros mejores aliados a la hora de emprender proyectos. Con ellos hemos trabajado en varios montajes de comedias y hemos hecho teatro empresarial. Gracias a todo ese esfuerzo, nos llamaron para un montaje sobre el Tuerto López a propósito de la edición del libro de la poesía completa de Luis Carlos López, que ellos acaban de publicar. El montaje coincidió con una serie de trabajos acumulados alrededor de los poemas. Organizarlos y darles coherencia en medio de una situación fue una de los retos más interesantes de esta obra”, dice Alberto
“El público lo ha recibido mejor de lo que esperábamos, la dramaturgia la hicimos con las poesías tal y como el autor las escribió. Es maravilloso como una obra poética escrita hace muchos años logra tener vigencia en este momento. Consideramos que este trabajo debe ser visto por todos y cada una de las personas de esta ciudad, retrata muy bien nuestra idiosincrasia”, completa Dora, quien junto a Alberto tiene dentro de sus planes para el próximo año tomarse en serio la tarea de dar a conocer en los colegios y universidades, desde el teatro, el legado de Luis Carlos López.
Alberto Borja y Dora Malo, Actores de profesión.
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